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Por Germán Coutinho.

Con tristeza pudimos presenciar y observar lo que fueron las pocas actividades del carnaval de Salto. Lamentablemente faltó trabajo, faltó apoyo y faltó respaldo a los diferentes participantes del carnaval, pero también faltó ganas y amor propio de poder tener mínimamente como aspiración, al menos el mantener lo que con mucho esfuerzo y para el destaque de hasta los más críticos se hizo muy bien entre el 2010 y el 2015.

Salió tal cual se lo preparó, en forma totalmente improvisada, porque para lograr eventos de este tipo para el departamento hay que trabajar mucho y nosotros lo hacíamos todo el año y acá no se trabajó. Lo hacíamos todo el año porque le dábamos la importancia que tiene, porque es la principal fiesta de los miles y miles de salteños que en el verano no se van del departamento y porque es una gran fiesta popular que reúne a toda la familia. Lo hacíamos porque es la gran posibilidad de que muchas personas, principalmente jóvenes, ensayen durante gran parte del año y disfruten de hacer lo que tanto les gusta.

También si brindamos un buen espectáculo es un atractivo turístico, porque también es una gran oportunidad de trabajo para muchas instituciones deportivas y cooperativas que podían recaudar fondos para realizar sus proyectos y principalmente porque Salto es el mejor departamento y en todo lo que emprende tiene que intentar ser el mejor.

En nuestro gobierno para trabajar en la organización convocamos a personas de todos los partidos políticos, gente con mucha experiencia en los carnavales y que trabajó mucho para que salieran grandes fiestas en calle Uruguay, en los barrios y por primera vez en la historia en varias localidades del interior del departamento.

Un carnaval bien uruguayo con una fuerte presencia de todos los rubros y también como fue una decisión de las que tomamos, apuntando a números artísticos de Artigas, de Montevideo y de Concordia porque no solo jerarquizaban el evento en Salto sino que ese intercambio con nuestros grupos los hacía aprender y mejorar, como nos decía siempre nuestro querido y recordado Omar -Chumbo- Arrestia “no juegues contras los que les ganas, vas a aprender si te juntas y jugás contra los que son mejores que vos y vas a ver que algún día les vas a ganar”.

No hay excusas, es uno de los equipos de gobierno más grande de la historia del departamento y tiempo para trabajar tenían y tienen, no es precisamente un departamento que se esté destacando por sus obras y eventos. Recursos para apoyar tienen, solamente con el millón y medio de dólares que destinan a publicidad o los más de dos millones que llevan destinados a viáticos, les daba y les sobraba para hacer un gran carnaval. Con esos recursos se podrían haber hecho decenas de desfiles por calle Uruguay y por los barrios, tener un Parque Harriague a la altura de los acontecimientos y dar un impulso a las diferentes organizaciones de fiestas públicas y privadas.

Está claro que al quedarle ya solo un verano, queda otra promesa no cumplida, que había sido la de fortalecer este tipo de eventos. En lo personal y en nuestro equipo le costó mucho trabajo levantarlo, es por eso que nos entristece aún más de la manera que se lo descuidó, pero como estamos convencidos de que este es un tema importante, está claro que estará presente en el Proyecto Salto 2020 para volver a recuperar el carnaval naranja.


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