Comparte esta noticia

Hay un crecimiento de los grupos menos afines al gobierno.


La elección en la Universidad de la República dará que hablar. No porque haya ocurrido algún inconveniente, sino porque los primeros resultados demuestran cierto sacudón al statu quo. O al oficialismo. La Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) y algunos sindicatos profesionales, en su mayoría con integrantes del Frente Amplio, han perdido su hegemonía.

Los datos preliminares de la elección universitaria confirman dos fenómenos que, si bien son independientes, parecen terminar destartalando al oficialismo. Avanzan los grupos menos afines al Frente Amplio; en el caso de los estudiantes desde la extrema izquierda y en los egresados desde la CGU, sector identificado con el Partido Nacional.

Entre los alumnos se ratifica el debilitamiento de la FEUU clásica, como consecuencia del ascenso de la izquierda más radical y menos progobierno. Entiéndase: si la FEUU es la suma de los centros de estudiantes, la Brigada 58 y la agrupación Susana Pintos (Unidad Popular), en ese caso la Federación se fortalece y conquista un claustrista clave, Economía.

Pero lo cierto es que Brigada 58 no siempre acompañó al oficialismo y tomó impulso en Psicología y Comunicación. Y Susana Pintos, que desobedeció a la FEUU y había votado a Roberto Markarian para rector, ganó en Ingeniería, Medicina y Odontología.

Entre los egresados, en cambio, es la oposición la que sale victoriosa (aún sin ser mayoría). La CGU obtiene fuerza en Arquitectura, Derecho y Economía. En este último caso, en compañía de otro sector contrario a los economistas «progresistas», que tiene en sus filas al director de la OPP, Álvaro García, el subdirector, Santiago Soto, y el exviceministro Andrés Masoller. Todos frentistas.

Incluso los autoconvocados han dado que hablar. Este grupo, que se presenta por primera vez en el orden profesional de Veterinaria, quedó tercero y aun así logró su ingreso al Consejo de la Facultad. Fue la lista más votada en cuatro departamentos: Cerro Largo, Durazno, Rocha y Tacuarembó.

Se dice que la idea de presentar una lista a las elecciones universitarias salida del seno de Un Solo Uruguay, surgió en el encuentro de Durazno, el 23 de enero.

En Agronomía no hubo votación de egresados, porque ninguna lista cumplió con los requisitos de tiempo y forma que impuso la Corte Electoral. Entre los estudiantes volvió a ganar con holgura la CGU.

Pero más que pensar estas elecciones como una simplificación, hay que entenderlas como un gran abanico de grises. Y en el orden de Egresados estuvo la prueba.

En Medicina hubo ocho listas. El Sindicato Médico del Uruguay estuvo dividido y su agrupación líder, Fosalba (afín al Frente Amplio), perdió ante la asociación de egresados de carreras emparentadas con la medicina.

En algunos servicios la diferencia de votos es menor a 50, lo que hace que todo puede cambiar cuando se cuenten los votos observados, que en el interior del país fueron altos.

Como suele suceder en una elección en que se discute la necesidad de su obligatoriedad, los votos en blanco y anulados han superado en algunos casos a los que eligieron alguna lista. El caso más evidente es en los estudiantes de Economía.

¿Cuál fue el porcentaje de votación? Aunque haya pasado más de un día del cierre de la votación, la Corte Electoral aún no tiene ese dato. Según el sindicato de funcionarios de la Corte, esa es una prueba de lo que «se venía advirtiendo» previo a la elección.

Los trabajadores hicieron más de 18 horas seguidas de labor y aun así el conteo de votos viene lento.

Markarian anunció que se postulará de nuevo para rector
El máximo rol de la UdelaR, el cargo de rector, se elige en forma indirecta. Así lo dispuso la ley orgánica de 1958, y por más que hay grupos que insisten en que es una norma obsoleta, es la que rige. Los estudiantes, egresados y docentes votaron el miércoles a sus representantes por cada orden ante la Asamblea General del Claustro. Y es ese órgano el que definirá al futuro rector antes de que Roberto Markarian cese su gestión, en septiembre.

Es frecuente que los rectores salientes se candidateen a una reelección, siempre y cuando hayan estado solo un período en el cargo. Y Markarian dio a entender que, en su caso, esa es una «posibilidad legal y real».

Aún restan unos meses para que empiece esta otra campaña, la de rector, y Markarian insiste en que sus prioridades están en «terminar lo que se está haciendo». Es decir, quiere que se apruebe una modificación del estatuto docente, o parte de este, desea representar a la Universidad en una discusión latinoamericana en Córdoba y presidir el Grupo Montevideo (el conglomerado de universidades públicas del Cono Sur).

«Tenemos bien definido un proceso de bienestar estudiantil; quedó pendiente generar un aparato potente de planificación y evaluación universitaria; discutir un Sistema de Educación Terciaria; el crecimiento de las relaciones internacionales y el debate de la ley orgánica», dijo.

Markarian le había ganado la pulseada al hoy decano de Humanidades, Álvaro Rico. Si bien ambos son comunistas, Rico era el abanderado de las reformas que había iniciado Rodrigo Arocena. Para ello contó con el apoyo de buena parte de los delegados de docentes. Markarian, en cambio, estuvo acompañado por los grupos de derecha y de extrema izquierda (en estudiantes).

Para esta nueva elección de rector, ya hay nombres que surgen como oposición a Markarian. Los más claros son el hoy vicerrector, Rodrigo Arim, y el decano de Medicina, Fernando Tomasina.

 

Fuente: El País.


Comparte esta noticia
Acción no permitida! HostingServicios.com