Por Germán Coutinho.
Días pasados leíamos en la prensa las declaraciones que se brindaban desde la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), donde informaban un aumento de un 125% en las partidas que se envían a los gobiernos departamentales. Se destacaba que pasaron de enviar recursos por menos de 7.000 millones a más de 15.000 millones de pesos según las cifras que surgen de la Rendición de Cuentas del año 2016.
Lo que no han aclarado desde este organismo es que en definitiva lo que están haciendo es cumplir con lo que establece la Constitución y la ley a través de artículos constitucionales como el 214 que trata el presupuesto y el 298 sobre el Fondo de Desarrollo del Interior y a su vez, a través de diferentes mecanismos como el de la patente única que antes no existían, enviando a cada departamento las partidas que les corresponden.
Si bien se destacan las cifras, señalando que se genera el doble de recursos para los departamentos, estos números no se ven reflejados en proyectos de inversión ni en obras.
Las últimas grandes obras que vemos en nuestro Departamento son las que se hicieron cuando gobernaba el Partido Colorado. Fue así que se construyó el edificio de la Regional Norte de la Universidad de la República y el Centro Regional de Profesores. Estas son obras que representan políticas sociales reales de descentralización que llevaron a Salto a ser una ciudad universitaria, posibilitando que miles de jóvenes salteños y del norte del país puedan optar por formarse aquí sin tener que irse a la capital.
También debemos recordar lo que han sido los centros CAIF para atención a la primera infancia, una gran obra que después de tanto tiempo se reconoce y valora positivamente por haberles mejorado la calidad de vida a miles de niños a través de estos centros, o lo que fueron las obras que han posibilitado el acceso a la vivienda de familias de escasos recursos a través de los programas de Movimiento de Erradicación de la Vivienda Rural (MEVIR) y el Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI). Esas son las obras que han transformado al país y al departamento, y esto es lo que se tiene que seguir generando, porque no es a través de números fríos sino a través de obras que se puede mejorar la calidad de vida de la gente.
Cuando llegamos a la Intendencia, Salto estaba en el podio de la desocupación y fue para revertir eso que nos pusimos a trabajar para generar inversión y empleo, y así fue que en nuestra administración invertimos más de 100 millones de dólares en obras. También generamos las facilidades para los inversores, no siendo casualidad que se pudiera concretar la construcción de nuevos edificios, la apertura de nuevos hoteles, la inversión en energía y cada una de las obras que se pudieron hacer, creando puestos de trabajo y mejorando la infraestructura de Salto.
Desde nuestra administración impulsamos el PIAI de Barrio Artigas en conjunto con el Ministerio de Vivienda para dar una solución habitacional a cientos de familias del extremo este en una inversión que significa 195.000.000 de pesos, aunque hoy nos genera preocupación que no se avance como se debería en esta obra. En su momento viajamos para estudiar y aprender sobre los aportes que se podían aprovechar a través del BID, fue así que con esfuerzo, planificación y mucho trabajo de equipo, logramos esa inversión de 5.500.000 de dólares para el Ceibal y 1.500.000 para el proyecto Laureles.
Esas inversiones ya son de todos los salteños. Es momento de mirar para adelante y pensar en un gran proyecto para Salto. Hoy, uno de los temas que nos ocupa desde nuestro lugar en el Senado de la República es por ejemplo la aplicación del artículo 298 donde solo vuelve al Departamento un 34% de lo que aportan los salteños. Para revertir esto es que estamos trabajando con un equipo de profesionales para cambiar el sistema y mecanismo de ingresos, generando más recursos para el departamento a través de mejores distribuciones y no al costo de los contribuyentes como se hace en estos momentos. Esto nos va a permitir más obras, más inversión y más trabajo.