Comparte esta noticia

Por Jorge Pintos.

Días atrás recorríamos el interior profundo donde recogíamos el sentir de todos los vecinos de los diferentes centros poblados. Visitamos Pueblo Cayetano, Pueblo Ramos, Pueblo Fernández, Sarandí de Arapey, etc.

Lamentablemente, no pudimos concluir nuestro recorrido, ya que, cuando pretendíamos llegar a Guaviyú de Arapey, desde Pueblo Fernández debimos volver dado que al llegar al río Arapey, en el puente Paso del Horno, este estaba totalmente destruido en una de sus cabeceras sin dar paso a ningún tipo de vehículo.

Grande es nuestra sorpresa ya que, según este gobierno departamental, la caminería rural está en excelentes condiciones. La Rendición de Cuentas 2017 nos dice que de los cien millones de pesos que tiene la intendencia para gastar en el año en caminería rural, gastó cerca de sesenta millones. Es decir que hubo cuarenta millones de pesos que se devolvieron a las arcas nacionales. Esto nos debería indicar que no se gastó el total porque la caminería está en excelentes condiciones, pero la realidad nos dice que se perdió de usar estos dineros por no tener la capacidad de gestión y la capacidad de ejecución.

Nos encontramos con una triste realidad: los caminos, a lo sumo, tienen una peinada con las máquinas y, en algunos casos, tienen relleno de tierra colorada que solo produce enterramiento de vehículos. Es decir, más dificultades para los vecinos. Condiciones lamentables de los caminos.

Los pasos siguen en niveles bajos y son tapados con pocos milímetros de lluvia. La famosa conectividad no funciona como debería funcionar. Es increíble, pero llueven tres gotas y se aísla toda una comunidad.

El 9 de abril del presente año, el gobierno departamental comunicó con bombos y platillos las obras realizadas en Sarandí de Arapey, donde el puente llevaba cincuenta años sin mantenimiento. Allí se realizó un trabajo a fondo de reparación de la estructura y la base del puente y se canalizó el curso de agua. Asimismo, se recuperó la losa de hormigón existente que estaba muy deteriorada en una extensión de cien metros, según la intendencia. A esto hay que decir que la realidad indica todo lo contrario: a lo sumo, se recuperó la losa de hormigón existente, pero allí no se realizó un trabajo a fondo de reparación de la estructura. Las terribles rajaduras de la estructura -que no son de este año- lo demuestran, como también los vecinos que manifiestan los trabajos realizados allí y están muy lejos de la historia que nos cuenta este gobierno.

Jorge Pintos.

Edil Partido de la Gente


Comparte esta noticia
Acción no permitida! HostingServicios.com