Denuncia al INAU hizo público el caso. Producto de ese concubinato forzoso la menor quedó embarazada y tuvo un bebé. El hombre y la madre formalizados.
El caso tuvo lugar en el oeste de Montevideo y el INAU tomó conocimiento del mismo gracias a una denuncia anónima a través de la línea azul.
Esa denuncia daba cuenta de una dramática situación que vivía una niña, de 12 años en ese momento, quien había sido entregada por su madre a un hombre mayor de edad a cambio de dinero.
Producto de esa situación indeseada, la niña quedó embarazada y tuvo a un bebé en el mes de enero, ya con 13 años cumplidos.
La denuncia anónima a través del 0800 5050 llegó a INAU y, de inmediato, se dio cuenta de la situación a la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género, a cargo de la doctora Sabrina Flores.
La fiscal comenzó a trabajar el caso en forma conjunta con los policías del departamento de Investigaciones y Delitos Especiales de Crimen Organizado e Interpol.
La operación para desarticular este caso de trata de persona con fines de concubinato y embarazo forzado se denominó Carobá.
La Policía trabajó para reunir toda la evidencia que pudiera incriminar a los responsables del aberrante acto.
El imputado, de 27 años, de iniciales A.G. y padre del bebé, era el proveedor económico del hogar, con una notoria diferencia de edad con la menor.
Los investigadores lograron probar que la madre de la víctima recibía dinero por someter a su hija ante el victimario.
La mujer, de iniciales M.C.T. de 33 años, fue formalizada la semana pasada, pero sin prisión. La Justicia dispuso sobre ella una medida cautelar de restricción de acercamiento a su hija y al bebé.
El hombre fue detenido esta semana en Rivera, cuando intentaba fugar del país. Fue a prisión por un plazo de 90 días a la espera del juicio, imputado por un delito de unión matrimonial concubinaria forzosa o servil, contemplado en la ley de trata, con un delito de abuso sexual agravado en régimen de reiteración real en calidad de autor.
La menor y su bebé fueron institucionalizados por el INAU.
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Foto archivo ilustrativa