Edil Carlos Beasley.
Hace muy pocas horas, sucedió un hecho que debería ser de interés general y debería ser de interés no solo de todos los salteños sino de todos los uruguayos, porque durante un lapso de al menos cuatro horas un joven artista uruguayo estuvo tendido inerte, muerto, con un balazo en la nuca en una vereda en un barrio de Montevideo, advertido apenas por unos transeúntes que pasaron de casualidad y al volver a las cuatro horas vieron en la misma posición al muchacho y alertaron a la policía.
Junto al cuerpo de este muchacho estaba su mochila con todas sus pertenencias y su medio de transporte. Por lo que la policía en primera instancia descarta el móvil del robo, asalto o rapiña para el producto de esta muerte.
Horas después y con la documentación en mano, porque estaba en la mochila, nos enteramos los uruguayos que este era el cuerpo de Felipe Cabral, artista bastante conocido del graffiti en el área metropolitana y del rap en todo el país. Un claro militante por la no violencia. Que a saber, por conversaciones con sus amigos y sus allegados, se encontraba en el barrio dándole un retoque a una obra de arte que anteriormente había hecho y buscando otros muros para pintar y para expresarse mediante el graffiti.
Preocupa y es de interés, y lo traigo hoy a sala, señor presidente, porque deberíamos estar todos atentos a estos temas, porque queda muy bien en los discursos hablar de tolerancia, hablar de libertad de expresión, hablar de democracia, pero cuando un joven se expresa libremente y elije el camino del arte menos ortodoxo, con menos historia, porque el rap no es de los más antiguos pero es una expresión de protesta moderna, y el graffiti es una clara expresión de protesta donde alguna vez se rompe alguna norma pero en nuestro país por lo general se respeta bastante los espacios privados y públicos y los graffitis se ponen en los lugares donde en general no molestan.
Este joven eligió ese medio para expresarse, eligió esta opción para hacer su campaña por la no violencia, y eso le costó un tiro en la nuca que lo dejó tendido en una vereda.
Debe ser de interés general, señor presidente, sumarnos al repudio a hechos de esta naturaleza, y a quienes, con otro tipo de discursos, también provocan a que los civiles se armen, a que los civiles sospechen, a que los civiles estén en un estado de alerta permanente que muchas veces es infundado, no siempre, muchas veces es infundado, y que nos hace, de tanta publicidad y de tanto que nos dan y nos dan y nos dan con esa matraca, que estemos en una situación en que sospechemos de todo lo que no conocemos, o que se corte el pelo diferente o se vista diferente.
Señor presidente, es de mi interés llamar a la reflexión general, a usted, a los colegas ediles, y a la población toda, y para que eso quiero que la versión taquigráfica de mis palabras sea enviada a la prensa a los medios de comunicación del departamento, y llamar a la reflexión. Estemos alerta, pero también estemos alerta para no ser nosotros mismos promotores de violencia. Gracias señor Presidente.