A pesar de la promesa del Intendente Andrés Lima de reparar las calles en 100 días, anuncio que nunca se concretó, transformándose en la mentira mas grande de la campaña electoral, las calles de Salto cada día están peor.
Para colmo, la falta de capacidad e idoneidad del equipo de la Dirección de Obras de la comuna nos está llevando a una verdadera debacle.
Hay barrios enteros tapados de barro, donde es imposible salir de las viviendas. Niños que deben ir a la escuela o al médico y casi no se puede transitar.
Por otro lado, la Intendencia rompe y no termina de arreglar. Dejan todo sin arreglar y es una característica de este gobierno.
Es impresionante la cantidad de pozos en las calles y avenidas de la ciudad. Las calles están peor que nunca y mientras tanto el gobierno de Lima gasta millones en viáticos, publicidad, encuestas y folletos.