Salto se identifica por algunas cuestiones que nos superan en nuestra propia idiosincracia: las naranjas, la costanera, las termas, el teatro y…..Parque Harriague.
No hemos sido noticias de las buenas en el rubro naranjas, conflictos, trabajadores sin cobrar y un destino incierto.
Costanera pasa por presentar una postal de abandono que va más allá de lugar tradicional de paseo, sin vida. Termas que a diferencia de históricas vacaciones de invierno han pasado desapercibida para medios capitalinos: ni una sola nota por la cantidad de visitantes.
El teatro con actividades particulares y muy lejos de una apuesta u oferta cultural acorde a estas vacaciones.
Y Parque Harriague, el entorno natural por excelencia del escenario Víctor Rolando Lima, en estado de abandono, de absoluto abandono.
Nos cuentan que la ausencia de serenos, cuidadores, desde hace unos cuantos días, permitió que los amigos de lo ajeno se llevaran varias cosas…..demasiadas.
Lejos de darse respuesta a la preocupación, por tratarse de bienes públicos, de todos, el director de servicios públicos dio la orden de sacar todas las puertas, desmontar todo lo desmontable, para habilitar a futuro que, es posible, hasta usurpadores se hagan del lugar tradicional de Salto.
Adelantamos repercusiones, desmentidos, informes de prensa de paños tibios, como siempre sucede, pero confiamos, esperanzados, que alguien se haga cargo.
Fuente: Quinto Elemento