El gobierno de Andrés Lima cerró al 31 de diciembre de 2019 con un déficit acumulado de más de 1555 millones de pesos. El gobierno del Frente Amplio en Salto siguió endeudando al departamento hasta la actualidad. El sucesor de Lima, Alejandro Noboa continuó la nefasta política económica endeudando a Salto y manteniendo una gigantesca estructura política a favor del exintendente. Muchísimos proveedores siguen sin cobrar los millones de pesos que debe la comuna salteña, mientras Noboa renueva contrato a punteros políticos de Lima.
El próximo Intendente electo el 27 de setiembre se encontrará con una intendencia completamente endeudada y desfinanciada. Deberá pagar millones de pesos a cientos de proveedores, deberá pagar los próximos salarios, deberá pagar el aguinaldo, deberá pagar en enero y febrero las licencias vacacionales y la nueva cuota del fideicomiso histórico dejado por Lima. Además, deberá pagar en marzo del próximo año la línea de crédito solicitada por Noboa. De esta forma, el gobierno frenteamplista en Salto destruyó la economía de la Intendencia y comprometió recursos económicos de la próxima administración.
La Rendición de Cuentas 2020 se estima que será aún peor que la 2019. El déficit acumulado será aún mayor. El Frente Amplio más que duplicó el déficit del gobierno pasado que tanto criticó y se encamina a dejar una deuda histórica cercana a los 2.000 millones de pesos.
Una gestión donde los básico apenas funciona. Las calles siguen intransitables y se observan cuadrillas haciendo arreglos de muy mala calidad, donde la mínima lluvia deja al descubierto nuevamente los pozos. Barrios enteros con pocos focos de alumbrado público funcionando, y ni hablar de lo sucia que se encuentra la ciudad. Flaco trabajo tendrá el próximo gobierno, sin recursos, más deudas, más funcionarios, dejan a muchas de las designaciones directas, punteros políticos y familiares.