Al grito de ¡Viva Batlle! caminamos el martes 25 de octubre desde la Casa del Partido Colorado hasta el Cementerio Central, despidiendo así a uno de los hombres más notorios que ha tenido nuestro país en los últimos tiempos.
El Presidente Jorge Batlle trascendió las fronteras ideológicas y partidarias, porque guste o no, es imposible desconocer su claridad de pensamiento y su determinación en la acción.
Durante el velatorio que se llevó a cabo en el Palacio Legislativo en el Salón de los Pasos Perdidos, se presenció el peregrinar a cientos de uruguayos hombres y mujeres de todas las edades, de todas las ideologías presentando su respeto y el saludo final al ex mandatario, a aquel hombre que siendo brillante, era sencillo y llano al momento de expresar su pensamiento.
Seguramente muchos salteños, más y mejor que nosotros pueden hablar con propiedad y conocimiento del Dr Batlle, porque era un hombre que supo cosechar afectos en todos los departamentos del país y Salto no fue la excepción. Hoy a través de estas líneas queremos hacer un humilde reconocimiento a quien tanto nos dejó.
Hoy, cuando todos resaltan la personalidad del Dr Batlle, su pensamiento y su acción preferimos centrarnos en un par cosas, una de ella es el agradecimiento y el respeto que se merecen las personas como él en vida, porque fue un hombre que en su acción política se juego por lo que creía, por sus ideales y convicciones más allá del costo político que tiene encarar la vida con esa franqueza.
Y en ese punto reconocer la virtud de Germán Coutinho quien con un grupo reducido estuvo siempre sosteniendo y defendiendo al Dr Batlle, cuando muchos le dieron la espalda. Recuerdo a Germán, con muy pocos correligionarios más, caminando por las calle de Salto en los años 2002, 2003 y 2004 sin duda los años más difíciles para Batlle. Y ahí estuvo Germán espalda con espalda, visitando los medios de comunicación, generando reuniones para esparcir la palabra y la honestidad del Dr Jorge Batlle, en los momentos más difíciles donde una ola de agravios y desprestigios personales quisieron dañar su imagen, su honestidad solo con el fin de eliminar a uno de los mejores adversarios, cosa que claramente no pudieron lograr.
El otro aspecto en el que nos queremos detener es en la privilegiada mirada hacia el porvenir que siempre tuvo el Dr. Batlle, que muchas veces fue incomprendido por ello, pero que el paso del tiempo fue poniendo las cosas en su lugar y hoy se reconoce que “le cantó la justa” a todos.
Grandes hombres como Jorge Batlle forjaron el pensamiento y la acción de nuestro partido e impregnaron a generaciones enteras con los valores democráticos, republicanos y la defensa de la libertad a cualquier costo, incluso al costo de su propia libertad individual.
Hoy cuando la sociedad está dividida, cuando algunos en lugar de respeto, siembran odio, cuando no se nos respeta a los que pensamos distintos, cuando tenemos que soportar muestras permanentes de intolerancia, cuando las redes sociales en vez de unirnos se transforman en un campo de batalla, cuando cualquiera difama a sabiendas que miente, cuando se actúa con malicia y sin arrepentimiento, cuando familias enteras como la de Batlle y tantas otras han sido el blanco de ataques cobardes e inescrupulosos, cuando en vez de discusiones políticas, se plantea la lógica de destruir a las personas.
Hoy más que nunca el Partido Colorado vuelve a tener la responsabilidad histórica de levantarse con firmeza reforzando los principios Batllistas, defendiendo sus ideas y a sus dirigentes, con la fuerza y el peso de la historia de un Partido que construyó el país con igualdad social, con garantías de libertad, siendo el escudo de los débiles, generando el desarrollo y progreso de los uruguayos, colocándonos en el mapa del mundo como un gran país.
La partida del Dr. Batlle nos marcó a todos, se fue trabajando, haciendo política porque estaba preocupado por el futuro del país y de cada uruguayo, eso nos deja a todos nosotros la responsabilidad de encontrarle nuevamente un rumbo próspero a nuestro país y a nuestro departamento. ¡Viva Batlle!
Columna Diario Cambio