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Finaliza el 2016 y al cierre de cada año habitualmente se hacen balances, en algún momento se tienen que hacer y digamos que tradicionalmente se utilizan estas fechas para ello.
Es muy bueno hacer una pequeña pausa, reflexionar, evaluar, reconocer los errores y los crecimientos, los objetivos cumplidos y a los que no pudimos llegar.

También estas fechas son buenas para pensar, planificar y encarar nuevos objetivos o metas tanto personales, como familiares o de trabajo. Para quienes creemos en “la felicidad colectiva” como dice Germán Coutinho y no simplemente en el éxito personal, debemos decir que el 2016 no fue un buen año.

Lamentablemente Salto estuvo todo el año en el podio del desempleo y la información actualizada muestra que sigue aumentando el seguro de paro y la cantidad de personas sin trabajo.

Muchos comercios de nuestra ciudad han cerrado y lamentablemente en el interior del departamento el panorama no es mejor.

Es notorio que no han habido inversiones, en ningún área y muchas empresas locales están haciendo un gran esfuerzo para sostenerse. El turismo está resentido, la emergencia sanitaria lejos de ser levantada se mantiene. Los jubilados siguen siendo el sector más sumergido, porque más allá de toda las discusiones, la realidad es que la jubilación no da para cubrir los gastos mensuales y en Salto se les eliminaron los bonos para circular gratis en ómnibus, al tiempo que se aumenta el precio del boleto casi al doble.

Desde el discurso y desde la acción el gobierno departamental discrimina y hostiga a todos los que no se doblegan a sus mezquinos intereses personales. Es así que desde el inicio este es gobierno que excluyendo a todos los que no lo votaron al FA, recordamos a Lima abrazado con Sendic gritando “en Salto hay FA para rato” y así comenzó un desalmado e inhumano gobierno departamental. Al cierre de este año debemos decir que el gobierno de Salto ya tiene muchas víctimas, no solo las 252 personas que echó porque no eran del FA, sino las organizaciones sociales, que dejaron de ser beneficiadas con el tarifado solidario “Zona Azul”, creada por Germán Coutinho. Hoy los árboles son talados indiscriminadamente, la Osa Eva aún sigue cautiva. Aldea de la Bondad, donde la Intendencia se alineó a la decisión cruel del gobierno nacional, tiene un saldo hasta ahora son cuatro víctimas fatales, dos graves y 150 familias con un futuro laboral incierto.

Durante cinco años el gobierno de Germán Coutinho realizó obras y trabajo con los proveedores salteños, las empresas de Salto le vendían a la Intendencia y se le dió oportunidad y trabajo a todo el mundo. En plena campaña electoral, la orden fue ahogar a la Intendencia colorada y no se midieron costos de tanto daño, al final de nuestro gobierno quedaron doscientos millones de pesos sin pagar, no dos mil millones como se encargaron de mentir quienes hoy gobiernan. Esos proveedores que hasta hoy no cobraron han sido tomados de rehenes por el gobierno del FA que no solo no les paga, sino que no les compra y les mintió durante todo el año que la plata llegaría antes de éste fin de año. Ellos, como nosotros somos víctimas de acciones inescrupulosas, de personas que actúan en la vida creyendo que “el fin justifica los medios” y en ese camino no les importa a quienes perjudican.

El dinero que la actual administración no paga porque no quiere y porque es incapaz era solo un pequeño porcentaje de los millones que se facturaron y se pagaron durante la gestión de Coutinho, quién además cuando ingresó también pagó millones que venían de administraciones anteriores y lo hizo sin quejarse. Tuvimos que soportar que utilizaran como slogan “intendencia fundida” cuando es una gran mentira y la prueba está que desde que ingresaron solamente han malgastado recurso en un grupo de personas incapaces de gobernar, que hacen uso y abuso de los dineros y vehículos públicos y cuya mayor inversión es en medios de comunicación. Han aumentado los impuestos y a cambio ni siquiera cumplen con eficiencia las tareas básicas; han demostrado con hechos que no hay plata para los proveedores pero si millones de pesos por mes para espacios contratados en los medios y el ingresos de amigos con sueldos altísimos, todo lo que dijeron que no iban a hacer.

Este 2017 será clave para la construcción de un proyecto para recuperar Salto y salir de una vez por todas de esta discusión mediocre.

Despedimos entonces este año con la esperanza de tener un mejor 2017 que nos permita mejorar Salto y la calidad de vida de nuestra gente. Nuestra esperanza renace, los invitamos a ser parte de este nuevo desafío y a todos los que siempre están vaya nuestro gran agradecimiento. ¡Feliz 2017!

Columna Diario Cambio


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