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Dos jóvenes de Guaviyú de Arapey, localidad que se encuentra a 160 kilómetros al noreste de la ciudad de Salto, se encuentran realizando una experiencia de capacitación en el Laboratorio de Parasitología de la sede Salto de la Universidad de la República – Cenur Litoral Norte.

Esta experiencia se inscribe dentro de un proyecto de desarrollo en la zona de basalto superficial en Salto, que busca la “Intensificación de la producción ovina”, el cual es impulsado por la Intendencia de Salto junto a otras instituciones del medio a partir del programa “Uruguay más cerca” financiado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

Lidia Arrieta (22 años) y Lucy Pereyra (29 años), son las dos personas que se encuentran recibiendo una capacitación básica en técnicas coprológicas de rumiantes. Ambas viven en la zona de Guaviyú de Arapey en el departamento de Salto, y se han alojado en casas de familiares para poder tomar el curso, que les demandó seis horas diarias de lunes a viernes de la presente semana.

La oportunidad de aprender a realizar análisis coprológico parasitario básicos en muestras fecales, en este caso de ovinos, no solamente buscan reportar beneficios directos para los pequeños y medianos productores de la región, sino una posibilidad de vislumbrar una salida laborar para ambas. Dado que la intención a futuro sería poder instalar el servicio de estudio en la zona de Guaviyú de Arapey.
Esta capacitación está a cargo del Dr. José Manuel Venzal y un equipo de docentes e investigadores del Laboratorio de Parasitología de la sede universitaria local. Laboratorio que se inscribe en el Polo de Desarrollo Universitario de Vectores y Enfermedades Transmitidas del Cenur Litoral Norte Udelar.

EL APOYO DE LA UNIVERSIDAD
El responsable del Laboratorio de Parasitología Dr. José Manuel Venzal, relató cómo surgió la propuesta de capacitación a personas del medio rural, a partir de una demanda realizada por la Intendencia y pequeños productores en la zona de basalto.
A partir de la solicitud de colaboración a productores de la zona, los docentes de Facultad de Veterinaria, visitaron dos grupos de productores, uno de colonia Lavalleja y otro de Guaviyú de Arapey. Donde surgió la idea de hacer un plan piloto para estudiar la situación de los pequeños productores en la zona. “De ahí surge la posibilidad de que dos personas vinieran a capacitarse al laboratorio, un primer módulo de capacitación básica en coprología para ovinos y bovinos, que la verdad quedamos muy satisfechos.

Venzal explicó que fue inicialmente en colonia Lavalleja “donde se hizo un plan piloto con un productor muy pequeño que tiene muchas ovejas y poco pasto, en un predio muy chico”. Primero comenzaron trabajando con el tema de la ración y luego detectaron que el mismo “no tenía manejo parasitario, no lo hacía de forma técnica y no tenía planificación”. No solo en la periodicidad y cantidad de dosificación sino también “en la aplicación del mismo producto, lo cual puede ir generando resistencia”, explicó el docente.

“Entonces comenzamos a hacer varias muestras durante un lapso, se hicieron varios estudios y luego con todos los resultados nos fuimos a dar una charla a Sociedad Fomento y tomamos a este productor como ejemplo de lo que le estaba pasando en el predio”. Venzal explicó que en estos casos hay que ir probando la variación de productos e ir evaluando, “pero el problema es que no tenemos técnicos en nuestros laboratorios, somos todos docentes que además tenemos tareas de dictado de clases, entonces no podemos brindar un servicio de seguimiento”. Frente a lo cual surgió la idea de capacitar a personas que puedan hacer un análisis básico, en lo posible en cercanía al productor.

Intensificación de la producción ovina
A través de este proyecto se busca “reducir algunas inequidades” señaló el Ingeniero Agrónomo Manuel Frutos de la Dirección General de Proyectos Especiales, Inversión y Desarrollo de la Intendencia de Salto.

“En el departamento de Salto hay una zona de población rural, que se encuentra muy lejos de los servicios, con una densidad poblacional muy baja, con problemas de caminería, de empleo y en el tema de la producción, los pequeños productores están muy rezagados tecnológicamente y con niveles de productividad muy bajos” comenzó explicando Frutos, en referencia a la realidad de la zona de basalto superficial en Salto.
Buscando dar respuestas a dichas problemáticas explicó que realizaron un proyecto con diferentes componentes, donde uno apunta “a la producción ovina, a través de apoyo, asistencia técnica y capacitación y el financiamiento de algunos insumos como es la ración, se busca intensificar la producción ovina”. “Promovimos la producción de grupos en cinco zonas, Sociedad Fomento de Guaviyú de Arapey, Colonia Lavalleja, Mataojo, la Sociedad Fomento del basalto (Ruta 31) y Veras y Cañas, donde hay 5 asociaciones de productores”.

En estas regiones y a través del proyecto mencionado se comenzó a realizar un trabajo coordinado entre la Intendencia, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), el apoyo de Facultad de Veterinaria de Udelar y el Ministerio de ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), apuntando a la intensificación de la producción ovina, “formando grupos para el racionamiento de ovejas de cría, para engorde de cordero y para la venta directa frigorífica. Y a través del sistema de Central Lanera, se logró ración financiada y además se hace un seguimiento técnico, así como se brinda una serie de actividades de capacitación con el SUL y con Facultad de Veterinaria”.
En este sentido dijo “el agrupamiento es para intensificar la producción y también para venderla”, por lo cual “se trabaja muy conjuntamente con las Sociedades Fomento y sus directivas”. Una muestra de logros del trabajo asociativo reveló “el año pasado se entregaron unas 80 toneladas de ración financiadas con Calsal” al grupo de productores, que sería imposible si un productor chico de esta zona lo pretende hacer individualmente.

Un laboratorio en la región
Frutos adelantó que en el caso de la Sociedad Fomento de Guaviyú se pretende “formar un servicio de análisis coprológico para mejorar las tomas y el tratamiento sanitario, para lo cual se requiere hacer los análisis” y esto lleva a la necesidad de “capacitar a la gente del lugar y sensibilizar a los productores y dar la toma con un respaldo más científico”. “la potencialidad de la producción ovina hoy claramente va más para la producción de carne y en predios chicos para que los números sean rentables hay que dar un apoyo con un paquete tecnológico y promover el cambio de una forma tradicional a una más intensiva de producción”.
El crear estos servicios en la zona, además de dar respuestas a problemáticas de los productores “a su vez será generar fuentes de trabajo en la zona y para la gente del lugar”. Revelando que la intención “es crear un laboratorio”, para lo cual “hay que disponer de agua corriente, adquirir una mesada, una heladera, un microscopio, una computadora. Hay que conseguir el financiamiento”, valorando que el mismo “sería un servicio muy importante para toda la región”.

Con Lidia y Lucy

Lidia Arrieta (22 años) y Lucy Pereyra (29 años), son dos jóvenes oriundas de Guaviyú de Arapey del departamento de Salto que en la presente semana han recibido una capacitación en el Laboratorio de Parasitología de la sede Salto de la Universidad de la República – Cenur Litoral Norte. Ambas aspiran que de estos aprendizajes se puedan generar oportunidades laborales en la zona noreste del departamento, región caracterizada por el basalto superficial.
La localidad Guaviyú de Arapey, según el censo 2011 tiene una población de 101 habitantes. La misma se ubica en la zona noreste del departamento y dista unos 160 kilómetros de la ciudad de Salto, correspondiendo al municipio de colonia Lavalleja.

En la región se ubican un conjunto de pequeños y medianos productores con un muy limitado desarrollo técnico de su producción y serias dificultades de acceso a un conjunto de servicios. El proyecto “Intensificación de la producción ovina” abre nuevas expectativas a los pequeños productores de la zona y en particular otros horizontes para Lidia y Lucy, que con la capacitación recibida se sienten capaces para hacer sus aportes.

Lidia y Lucy han hecho un gran esfuerzo para poder acceder a esta capacitación. Son tres horas de viaje desde Guaviyú de Arapey a Salto ciudad y tienen servicio de ómnibus tres veces a la semana, por lo que optaron por quedarse toda la semana en Salto en casa de familiares. Como ambas también son madres tuvieron que venir con sus respectivos hijos.

Lidia nació y vivió toda su vida en pueblo Biassini, desde hace unos cinco años se mudó para Guaviyú de Arapey, donde vive en una casa de MEVIR con su esposo y un hijo de dos años. No tiene un trabajo permanente, sino esporádicamente. Pudo completar sus estudios de Secundaria y unos años atrás logró ingresar a Facultad de Derecho, pero por problemas familiares tuvo que abandonar el estudio a lo que se sumó luego su embarazo, aunque nos cuenta “me gustaría retomar más adelante cuando mi nene sea más grande”.

Lucy en cambio nació y vivió toda su vida en un establecimiento ubicado a 7 kilómetros de Guaviyú de Arapey. Hija de pequeños productores familiares, tras el fallecimiento de su padre, se hizo cargo del establecimiento junto a su madre, donde se dedican a la cría de ovejas. Por lo cual culminó la Primaria y se dedicó a las tareas del campo, hoy es madre soltera y tiene dos hijos que viven con ella y su madre.

Lidia ya conocía la sede universitaria desde cuando ingresó en el año 2012, pero para Lucy fue su primera vez, “me pareció lindísima” reveló, “todas las cosas que vemos, mirar un microscopio por primera vez, la verdad que fue muy lindo” relató sobre su experiencia.

Sobre la forma en que surgió la propuesta de capacitación, nos dijo Lucy “fue a través de la (Sociedad) Fomento, como en aquella zona no hay Laboratorios, la intención es facilitarle un poco a los pequeños productores y a todos los socios y vecinos” las posibilidades que brinda el servicio. Lidia también se mostró entusiasmada con la propuesta “yo no trabajo y a mi me plantearon si no me gustaría hacer el curso, la capacitación y bueno”.

En cuanto a los aprendizajes recibidos en esta instancia Lidia nos contó “nos estamos capacitando para el conteo de huevos de la materia de los ovinos y a partir de ahí vemos si los mismos necesitan que se le aplique dosificación o no”. Esta primera medida sería de gran utilidad en la zona dado que los productores “a veces dosifican sin saber si necesita el ovino o no, muchas veces van y dosifican nomás”, lo que implica no solamente mayores costos sino también muchas veces termina siendo perjudicial.

Lucy relató que la dificultad mayor que tienen es en el envío de las muestras a un laboratorio en Salto para que se realicen los análisis coprológicos. “La dificultad es el traslado, tendríamos que hacer el envío por ómnibus y eso es complicado, porque el ómnibus va tres veces a la semana”.

Ante lo cual surgió la idea de disponer “de algo básico para tener allá” dice Lidia, es decir un equipamiento básico de laboratorio, a lo que agregó Lucy “para que sea también una fuente de trabajo para nosotras, eso sería una posibilidad de hacer algo distinto” a las oportunidades que les brinda el medio.

En ese sentido les consultamos si con la capacitación recibida se sentían en condiciones de comenzar a trabajar, a lo que Lidia respondió “nosotros nos sentimos capaces de hacerlo, lo poquito que aprendemos, nos sentimos capaces de que podemos”.
Extraído de unorte.edu.uy


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