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El uso de tobilleras electrónicas se extenderá a partir de febrero a cuatro departamentos, Cerro Largo, Treinta y Tres, Salto y Paysandú.

Por ahora, las tobilleras se utilizan en Montevideo, Canelones, Maldonado, Flores, Florida, San José, Durazno y Tacuarembó.

En declaraciones a El Observador, la directora de Políticas de Género del Ministerio del Interior, July Zabaleta, dijo que a fines de 2017 el sistema se extenderá a todo el país.

La herramienta de las pulseras fue puesta en funcionamiento en 2012 y se colocan a agresores a pedido de la justicia.

La primera inversión fue de un millón de dólares, incluyendo la tecnología para monitorear a distancia a quienes porten esas pulseras.

La Policía intenta así mejorar sus protocolos luego de que el ministro Eduardo Bonomi admitiera que en el asesinato de la bailarina Valeria Sosa fallaron los protocolos para casos de violencia de género.

Uno de los problemas para identificar el peligro de las agresiones es que muchos casos no llegan a la justicia. Y en muchos casos el juez actúa sin llamar tanto a la parte acusadora como a la acusada.

Las medidas se toman por teléfono, según dijo el integrante de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Pérez Manrique.

Se investiga hasta qué punto la condición de policía del agresor hizo que las denuncias de la víctima terminaran encajonadas hasta el asesinato.

El hombre fue procesado con prisión por homicidio muy especialmente agravado luego de comprobarse que le disparó delante de sus hijos.

En los primeros 40 días de 2017, ya son cinco las mujeres asesinadas a manos de individuos que eran sus parejas o exparejas.

Un caso en el que la pulsera fue determinante ocurrió la semana anterior, cuando un hombre con antedecedentes por apuñalar a su expareja rompió la pulsera electrónica con el propósito de atacar a la mujer.

La Policía de las Piedras pudo determinar la situación y detener al sujeto antes de que cometiera la agresión.

 


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