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Ya pasaron 60 días de una tragedia que conmovió al país. El estudio forense no fue entregado, lo que es clave para que siga el proceso.

Dos meses atrás, un maldito jueves 20 de abril, Fernando Sierra López (32) detenía el Chevrolet Prisma que había alquilado ese mismo día y recogió a Felipe Romero (10) de la escuela número 2 de Maldonado. Había sido su entrenador de baby fútbol, había sido una figura casi paterna. Dos días antes, la madre del chico, Alexandra Pérez, le había dicho a Sierra que no estuviera más a solas con su hijo, por consejo profesional de una psicóloga.

En las horas siguientes, Sierra mató a Felipe y luego se suicidó de un tiro. Los cuerpos de ambos fueron encontrados en Villa Serrana, Lavalleja, en la mañana del sábado 22. Se dice que el chico había sufrido abuso. Se dice que fue drogado con unos medicamentos que el hombre había comprado. Se dice, se dice, se dice, porque dos meses después de un episodio que conmovió al país como muy pocos no hay nada concreto.

Allegados a la madre dicen que está internamente devastada. A la terrible experiencia que le tocó vivir se le suman las incertidumbres, las preguntas sin respuesta. “Hay tanto misterio con este caso. No sé qué pasa”, se le ha oído decir.

La fiscal que entiende en la causa, Sabrina Flores, le dijo a ECOS que la Justicia está esperando los resultados de las pericias solicitadas al Instituto Técnico Forense (ITF), a los pocos días del trágico desenlace. No recuerda exactamente cuáles son esas pericias porque “hace un mes y algo” que no abre el expediente.

Luego de un primer estudio en Maldonado por parte del forense Sergio Mozzo, fueron enviadas muestras al ITF para que se le practicara una serie de análisis anatómicos y toxicológicos. En un principio, Mozzo señaló que había indicios de que el niño había sido abusado. Ese extremo es el mismo que se maneja en el Juzgado Penal de 4° Turno fernandino, a cargo de la magistrada Adriana Morosini.

Sin embargo, fuentes del ámbito forense que tuvieron contacto con la causa, le dijeron a ECOS que no es posible asegurar que haya existido abuso “crónico” (sostenido en el tiempo) o “agudo” (episódico). A su vez, afirmaron que estos análisis, tanto el anatómico como el toxicológico, no aportarían indicios fuertes a la causa.

Mónica Etcheverry, directora del ITF, prefirió no confirmar ninguna versión. Y sobre el tiempo transcurrido, aseguró que “si bien no es lo habitual” puede darse que se demoren casi dos meses en sacarse alguna conclusión de los análisis. Esos resultados serán los que harán seguir la causa, según supone la fiscal Flores.

La madre de Felipe, Alexandra Pérez, que está siendo contenida por profesionales, ha expresado su desasosiego porque la jueza recién la citó a declarar para fines de agosto.

Y, según allegados, se continúa preguntando: ¿Por qué este misterio? ¿Por qué tanta demora? ¿Por qué el director de la escuela no llamó a la policía cuando la hermana de Felipe le dijo que su hijo no tenía permiso para irse con Sierra? ¿El niño murió el 20 o el 21? La partida de defunción dice 21 «pero el forense salió en la prensa diciendo que falleció el mismo 20», indican familiares de la madre.

De acuerdo con la fiscal, la demora es porque antes de que declaren los padres –Alexandra Pérez y el ex futbolista Luis Romero- los magistrados quieren recibir los estudios. La poca premura, dice Flores, también se debe en que “no ve responsabilidad penal” en ninguno de ellos.

Alexandra dijo en entrevista con ECOS que “el culpable de la muerte de Felipe es uno y falleció”. Aun así, es una madre en búsqueda de respuestas.

 

Fuente: ecos.la


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