Comparte esta noticia

Por María de los Ángeles Márquez.

Un salteño para recordar, nacido en 1894, orgulloso de su origen humilde, repartidor a veces de los pedidos de la carnicería del padre.  Docente, director, senador, intendente. Con carácter dominante, con condiciones de líder natural. Con personalidad recia y maduro desde joven  quizás por la muerte temprana de uno de sus hermanos. Muy aplicado en los estudios y activo dirigente estudiantil. Hombre desinteresado por el dinero y los bienes materiales, con altos valores morales. Siempre deseando que se lo recuerde por sus acciones. En Salto, por decreto No 4740 del 3 de setiembre de 1965 una de las principales avenidas lleva su nombre: la Avenida Barbieri. Varios monumentos, homenajes y placas se han realizado; en el Parque Harriague una de ellas dice: “Vivió con su pueblo y para su pueblo”. El liceo nocturno también lleva su nombre por ley No 16.310 del 6 de octubre de 1992. Casa de Salto, en la capital tiene una placa recordando a su ex presidente. Hasta un cuadro de fútbol llegó a llamarse “Don Armando F.C.”

Con gran placer esta Junta Departamental en el año 2014, cuando se nos dio la responsabilidad de ser presidente, publica junto a la IdeS y al Centro Comercial un libro escrito por el hijo  de Armando Barbieri: el  Arquitecto Hugo Barbieri. El libro “Don Armando, La Pasión del Bien” fue presentado en conferencia de prensa en esta Junta  contando con la presencia del autor Hugo Barbieri, del  entonces intendente Germán Coutinho, el presidente del Centro Comercial del momento Miguel Feris y nosotros como presidente de la corporación. En el decreto número 6770/2014  se establecía que el libro no podía venderse ya que el objetivo no era lucrar con él y al publicarse se debería distribuir un ejemplar a cada institución educativa del departamento para que engrose su biblioteca y sirva de consulta. Así se hizo.  Hoy la biblioteca de la Junta  también posee algunos ejemplares y se cuenta con el excedente de la publicación y somos unos convencidos de que los libros deben circular y ser leídos para adquirir vida por lo tanto le sugerimos al actual presidente se reparta entre las bancas que así lo deseen un ejemplar de “Don Armando, La Pasión del Bien.”

Sin importar el partido político y la ideología que se posea lo real es que Don Armando fue reconocido siempre por propios y ajenos como un excelente  intendente del departamento de Salto, de los mejores, sino el mejor de ellos. En aquel entonces se permitía el voto cruzado y lo votaba  gente de todos los partidos.

Barbieri  concretó en Salto el desarrollo urbanístico más importante que tuvo el departamento, un impresionante plan de obras: la costanera sur, los parques y monumentos, la costanera norte, edificios emblemáticos, las grandes avenidas. Cuando fue intendente iba cumpliendo con su plan de gobierno y seguía sumando más obras a su lista.   Algo  interesante  y que hoy toma actualidad; en su programa de gobierno a la Intendencia propuso la construcción del puente entre Salto y Concordia, idea considerada descabellada  en ese entonces, les suena familiar el tema?

Su obra social fue reconocida siempre como la más sensible; desde establecer el servicio fúnebre gratuito para las personas que no podían solventarlo, pasando por la autoconstrucción de viviendas dignas y hasta la exoneración de todos los impuestos a las viviendas económicas.

Voy a citar algunas frases del libro en sus páginas No 203 y 204: “Vivió toda su vida en aras de un ideal de superación, buscando siempre lo mejor para sus conciudadanos. La bondad de su alma, complementaba la fuerza de las grandes pasiones que definían su personalidad. La rebeldía estaba encarnada en su ser…” “Tenía una singular condición, la de ser esencialmente salteño. Supo de derrotas y de triunfos; de la humillación del cautiverio y del halago de ser llevado en andas  por multitudes…” “Sus enemigos declarados fueron la pobreza, la ignorancia y la injusticia social; contra ellos luchó con todo su empeño, sin tregua. Bregó incansablemente a favor de los humildes, en especial le preocupaban los más jóvenes. Se destacó como Arquitecto, como profesor, como político…como demócrata insobornable. Su aporte a la cultura y a la enseñanza pública en Salto fue fundamental… Sobrellevando la fatiga de los años, nuevamente emprendió con vigor y entusiasmo, la continuidad de su gran obra pública desde el gobierno municipal salteño. Esa sana pasión que lo devoraba no le permitió cuidar de su salud y cayó como caen los guerreros, en combate.”

Han transcurrido 53 años de su muerte, Salto lo recuerda con respeto,  y su obra permanece.

El  7 de octubre de 1950 el arquitecto Armando Inocencio Barbieri decía en parte de su discurso en plaza Artigas: “Como demócrata juro que  respetaré todos los derechos, mi norma será la rectitud, la justicia el fin, mi consejera la verdad y mi guía la memoria… para que los desheredados de la tierra puedan subir la abrupta cuesta de la vida con más alegría, amor y felicidad en sus hogares. Así se habrá cumplido mi destino y con él la más noble y generosa ambición terrena, legar a mis hijos la única herencia que podré dejarles; el ejemplo de un padre cuyos conciudadanos en reconocimiento a sus virtudes y sus obras, dejen grabado en los murales de la casa del pueblo esta sencilla leyenda: “Por el municipio de Salto pasó un hombre que hizo honor a su pueblo.”


Comparte esta noticia
Acción no permitida! HostingServicios.com