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Por María de los Ángeles Márquez.

Hemos escuchado en estos días sobre festejos por los 60 años de Termas del Daymán.  Hermoso lugar que nos identifica como ciudad, como departamento, que todos, cuando podemos, disfrutamos.

Entendemos que las fechas de festejo son confusas, no coincide el año de inicio con lo que nuestros mayores recuerdan y vivieron. De todas maneras, más allá de las fechas exactas, siempre es bueno festejar el tener un atractivo turístico que brinda placer y mano de obra, con todas las características que posee Termas del Daymán.

Hace 60 años lo que se tenía era apenas un chorrito de agua, no las termas en sí. Se elaboró una ducha en tiempos del gobierno colorado de Juan H. Paiva. Y por lo que hemos leído y preguntado entendemos que las termas empiezan a funcionar como tal en el año 69, donde había una batea al aire libre que tenía una escalerita para subir a ella, ni siquiera había luz eléctrica. Épocas políticas difíciles para el país y que sin embargo tuvo logros como este.

Y sin lugar a dudas, Don Ramón J. Vinci tuvo un don especial para convencer a monseñor Mendhiarat de la donación de parte del predio a cambio de determinada cantidad de agua.  Vinci nombra una comisión para encargarse de la negociación con Malaquina, Ferro y Solaro, líder temible de la oposición de ese entonces. Toda gente que fueron más allá de su partido político y pensaron en el departamento. Una comisión atípica porque eran ediles y son los que contolan al intendente pero se lograron buenas cosas en ese año 1969.

Surge más adelante el problema del reentubamiento, problema que se soluciona recién en el año 85 cuando se decidió hacer una gran inversión en reentubamiento que alentó a muchas inversiones de clase media. Y finalmente en el último período del escribano Malaquina fue que surge la inversión del  primer parque acuático y las  grandes inversiones hoteleras.

Sin dudas el futuro de las Termas del Daymán es hoy incierto, seguramente habrá propuestas y debates de todo tipo, de ceder espacio desde lo municipal a lo privado, de si eso es bueno o no, de las promesas incumplidas de saneamiento y de free shop que hemos escuchado.

Por eso decimos, que más allá de coincidir o no con las fechas de festejos,  todo lo que sume a que uno de los centros turísticos más importantes del país repunte y se destaque es positivo.

Y no podíamos dejar de recordar que seguramente uno de los grandes protagonistas  de esta revolución que fue Termas del Daymán fue Don Ramón J. Vinci y hay que recordar esas cosas, los logros de grandes hombres del Partido Colorado que gobernaron nuestro departamento.

Quisiera hacer una humilde sugerencia al intendente de Salto en coordinación con la Junta Departamental. Que en Daymán se coloque una placa, busto, pilar; a elección, en homenaje a los que entendemos fueron los grandes protagonistas  de esta negociación: Don Ramón J. Vinci y Monseñor Mendiharat, creemos que merecen tener su nombre inmortalizado de alguna manera.

Sr. Presidente le solicito envíen mis palabras a la comisión de Trabajo y Turismo de esta Junta, a la dirección de Turismo de la Intendencia de Salto, a la comisión de Turismo del Centro Comercial, a los medios de comunicación del departamento y a la familia de Don Ramón J. Vinci.

Muchas Gracias.

Edil Mtra. María de los Ángeles Márquez Rossi.

 


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