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Por Germán Coutinho.

Ya hace un año que despedimos al Presidente Jorge Batlle. Durante este tiempo no hemos dejado de escuchar diferentes palabras y anécdotas, algunas que conocíamos y otras que no, que han hecho cada vez más enriquecedora la vida de este gran uruguayo. En nuestro caso tuvimos la posibilidad y la oportunidad desde niño de compartir muchas cosas juntos, pero en este último tiempo hasta en charlas con nuestro hijos que no tuvieron esa oportunidad, nos hacían preguntas que pueden ser sencillas para los mayores pero no así para nuestros jóvenes. A ellos esta editorial de hoy del Presidente Batlle.

Jorge nació un 25 de octubre de 1927 y falleció el 24 de octubre del 2016, a un día de cumplir sus 90 años de vida. Fue abogado y periodista, pero en realidad fue el político uruguayo. Gran hincha de Nacional, del Montevideo Rowing Club y un gran apasionado de las carreras de caballo. A los 31 años fue electo Diputado por la lista 15 para el período 1959 – 1963, en un momento difícil para nuestro Partido, el Partido Nacional había ganado las elecciones. Fue reelecto en la diputación para el período 1963 – 1967. Fue además Senador de la República y en su quinto intento fue Presidente de los uruguayos.

Fue la cuarta presidencia de una zaga familiar que había comenzado con su bisabuelo Lorenzo Batlle que fue mandatario entre 1868 – 1872. Continuó su tio abuelo José Batlle y Ordoñez, quien dirigió al Pais en 1899, 1903 – 1907 y de 1911 – 1915 y prosiguió su padre Luis Conrado Batlle Berres que fue Presidente entre 1947 – 1951 y 1954 – 1958.

Tras la muerte de su padre en 1964, pasó a liderar la lista 15 y fue candidato a la presidencia de la República de 1966 en la cual fue derrotado por la fórmula colorada Oscar Gestido – Jorge Pacheco Areco. A través de su impulso fue aprobada la Constitución que eliminaba el poder ejecutivo colegiado “Consejo Nacional de Gobierno” y restauró el presidencialismo.

La 15 integró el Gabinete de los presidentes Gestido – Pacheco, donde Jorge ya marcó su impronta. En 1971 intentó volver a ser Presidente de los uruguayos, lo que no pudo lograr, pero tampoco lo hizo jamás dejar de realizar sus actividades políticas. Hizo campaña contra la reforma constitucional impulsada por el régimen en 1980, apoyó al sector de Sanguinetti en las internas del 1982 y fue des-proscripto el 13 de noviembre de 1983 en pleno proceso de apertura democrática. En 1984 apoyó la fórmula Sanguinetti – Enrique Tarigo, que resultó la fórmula triunfadora y fue electo Senador de la República.

Intentó volver a ser Presidente, emprendió su campaña electoral y perdió ante el Partido Nacional ya que resultó electo Luis Alberto Lacalle Herrera en 1989. En 1994 fue su peor elección, pero contribuyó al triunfo de Julio Maria Sanguinetti y para que el Partido Colorado fuera gobierno entre 1995 – 2000.
Después de 1994 y a pesar de su peor elección, nunca bajó los brazos porque además de todas sus condiciones, Jorge Batlle era un gran optimista que no se entregaba nunca y que siempre decía que se podía, y se pudo. Atrás de su peor elección y después de cuatro intentos, llegó a la presidencia de la República Oriental del Uruguay.

Obtuvo en octubre del 1999 el 32,8% de los votos, por debajo de la fórmula frenteamplista que lideraba Tabaré Vazquez y que había obtenido el 40,1%. En el ballotage del 28 de noviembre dio vuelta la historia y se impuso la fórmula Batlle – Hierro, con el 54,13% sobre la fórmula Tabaré Vazquez – Rodolfo Nin Novoa que obtuvo el 45,87%.

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Vivió, soportó y nos sacó de la crisis más grande de la historia de este país, en ese momento ante la crítica y la desaprobación de un país que estaba sufriendo esa crisis, no le tembló el pulso para tomar las decisiones que hoy por unanimidad todos reconocen para que el país pudiera salir nuevamente adelante y en corto tiempo recuperarse. Porque primero estaba el país y no lo político y las decisiones marcaban y siguen marcando un costo político muy grande para nuestro partido, pero a Jorge no le importaban los costos, porque primero estaba el país y las decisiones fueron las correctas.

Ya un año, se nos fue Jorge, se nos fue Batlle, en lo personal con experiencias que recordaré toda mi vida, experiencias que me hicieron quererlo mucho como persona pero condiciones como político que me hicieron admirarlo tanto. Se fue Jorge, el que no se guardaba nada, el que te cantaba la justa, el que peleó y luchó en las más difíciles, el que nunca se entregaba, el que con viento en contra duplicaba su esfuerzo. El que dedicó su vida a su País y a nuestro Partido. Respetando todas las opiniones, se fue el más grande de todos.

Hasta siempre Presidente. Nuestro compromiso es no entregarnos nunca, hoy y siempre desde nuestro querido Salto y recorriendo todo el país, trabajar y luchar por un Uruguay Batllista, porque el Uruguay es Batllismo.

Ya un año. Pero siempre presente Presidente Batlle.

 

Columna diario CAMBIO


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