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Un dirigente empresarial del medio, señaló que la posición adoptada por el Centro Comercial e Industrial de Salto, acompañando la movilización de los “autoconvocados” en Durazno, tuvo su base y razón de ser. En ese aspecto, se nos señaló que las dificultades del comercio local, son reales y crecientes. Ya que además de los costos fijos de alquiler, energía eléctrica, factura de agua y alcantarillado, limpieza, mantenimiento, se suma y pesan mucho las exigencias tributarias estatales. A eso se adjudica como principal razón al cierre registrado en el correr del año 2017 de un total de 15 empresas, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo, señala el informe publicado por LA PRENSA.

Cae el consumo doméstico

A nivel local, se indica que un claro reflejo de esta situación y tendencia lo da el comportamiento del consumo doméstico, porque habla no solo de la disposición de las familias a la adquisición de bienes y servicios sino también de las expectativas, y ello hace eco en la situación de las empresas y economía en general.

Corresponde por lo tanto tener en cuenta el comportamiento de esta variable del consumo con las reservas del caso en lo que refiere a las modalidades y estratos en que se constata esta demanda, porque incluye tanto los bienes duraderos como los de uso diario, así como el tipo de servicios y quiénes los demandan.

En este esquema, un dato positivo en el desempeño de la economía uruguaya en 2017 fue el rebote del consumo privado como motor para el dinamismo de la actividad. Sin embargo, dentro esos números globales hay realidades muy disímiles, porque los consumidores mantienen un sesgo más pesimista que optimista tanto sobre el desempeño de su economía personal como la de el país, con signos evidente de mayor endeudamiento para atender un consumo familiar, que pese a ello, sigue apuntando a la baja.

Si bien el poder adquisitivo de las familias y el nivel de precios en general, es ayudado por el precio del dólar bajo, las nuevas tarifas y el aumento de algunos impuestos, inciden negativamente.

Por ejemplo, el alza en la venta de autos, que se dio al final del año pasado, se basa, según algunos observadores a que al regir desde el 1º de enero de 2018, el aumento de la tasa aduanera, el precio de esos bienes, que se cotizan y venden en dólares, se elevarían. Ante ello, muchos pensaron y decidieron “ganar” un menor precio, comprando antes de la vigencia de ese aumento que los importadores, trasladan al precio de venta.

Zafras más cortas, menos trabajo

Si se palpitar la vida del país, es notorio y preocupante, que el mercado laboral en el caso de Salto, viene de un año complicado en el trabajo zafral, que ocupa a un sector muy importante de quienes viven en la ciudad, sus alrededores y poblados del interior departamental. Por falta de demanda, precios, pero especialmente por situaciones climáticas adversas, se registraron  zafras más cortas, con menos dinero en el bolsillo de esos trabajadores.

A ello, se sumó la mala situación de algunas empresas que demoraron o están atrasadas en el pago de las liquidaciones finales, licencias y salario vacacional.

Es real que en los últimos tres años, la economía uruguaya perdió unos 30 mil puestos de trabajo, en tanto la tasa de ocupación en los 12 meses a octubre quedó en 57,9%, su menor nivel desde enero de 2009 y de la misma forma se acentúa el subempleo.

Pero lo peor es que esta tendencia no tiene signos de revertirse y eso, genera incertidumbre.

La competencia del contrabando y el informalismo

En la compleja situación del comercio local, a las razones esgrimidas del peso del Estado, se le suma en forma negativa, la incidencia del contrabando, se señala que el proveniente de Brasil, ha crecido en forma importantes en los últimos meses a lo que se suma muchas actividades informales que compiten con el comercio instalado.

Fuente LA PRENSA


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