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Una nueva escalada de violencia entre pandillas se vive por estos días en la ciudad de Minas, Lavalleja. Tras el balazo sufrido por un hombre de 33 años durante el desfile de Carnaval, en el cruce de avenida Varela y Manuel Carabajal, el viernes por la noche, las horas siguientes han dado lugar a brutales ajustes de cuentas que conmocionan a la población de esta ciudad de apenas 39.000 habitantes. Minutos después del hecho violento en el desfile, cuyo autor no fue identificado, la pandilla del agredido –que sería el cabecilla de una temible banda– tomó represalias contra la casa del presunto agresor, desatando una balacera contra el inmueble, sin que resultara nadie herido en el episodio. Sin embargo, la venganza no terminó allí. Al otro día, una mujer fue herida de bala y otros dos hombres, de 25 y 26 años, fueron muertos cuando se encontraban tomando mate en la vereda de su finca.
LA VIOLENCIA DESATADA
Según informa el diario Serrano, el primer crimen despertó incluso la atención de la prensa nacional y se habla de “una guerra a muerte entre familias” en la capital serrana. El balazo en pleno desfile, que provocó el pánico entre el público, fue a quemarropa y por la espalda. El proyectil ingresó por la cadera y quedó alojado en el cuerpo, a la altura de la segunda vértebra lumbar, lo que podría dejar al hombre parapléjico. La Policía informó que hay pistas sólidas para encontrar al autor de este hecho, ya que sería una venganza por dos crímenes ocurridos a fines de 2014 en Minas. Mientras tanto, Minas vive horas de profunda incertidumbre, ya que no se sabe hasta dónde llegará esta disputa, aunque no sorprendería a nadie que prosigan los hechos de sangre entre estos dos grupos delictivos. También de manera extraoficial se manejaba que estarían llegando efectivos de la Guardia Republicana para intervenir como fuerza de choque. Según consigna El País, todo apunta a que estos hechos violentos se deben a la guerra entre dos familias. La Policía busca al sobrino de dos hermanos que fueron asesinados a fines del año 2014 en las calles de Minas. Uno de ellos, apodado “Piraña”, fue asesinado el 19 de diciembre, una semana después de salir de la cárcel. El otro, conocido como “Pancho”, fue acribillado a balazos cuando salió del sepelio de su hermano. Los matadores lo siguieron en moto desde el cementerio hasta que se produjo una persecución que incluyó varios vehículos y decenas de disparos.

Fuente: ElTelegrafo


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