Maquinaria pesada de la Intendencia de Salto derribó varios «ranchos» que se ubican en Costanera Norte en la desembocadura de San Antonio.
La orden del Intendente Andrés Lima despertó el enojo de los pescadores, quienes acusaron al Jefe Comunal de mentiroso.
Personal policial estuvo custodiando a los funcionarios de la Intendencia mientras se desarrollaba el desalojo.
La edil María de los Ángeles Márquez se hizo presente en el lugar y denunció al Intendente Lima por la falta de sensibilidad. No se habló con los pescadores ni se otorgó un plan alternativo para reubicarlos.
Al final personal de la Intendencia se retiró sin lograr romper todas las construcciones.
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