El servicio de transporte de pasajeros por el río Uruguay está suspendido por 90 días.
Este servicio Salto-Concordia, iniciado por Demetrio Sancristóbal, data de aproximadamente 90 años, con lanchas que generalmente eran muy precarias y trasladaban como máximo a 10 pasajeros, tenían motor a nafta adaptados a motores náuticos porque no existían en aquella época una industria náutica. En la década del 70 -en la dictadura militar- prohíben algunas embarcaciones e imponen medidas a las nuevas, a raíz de eso se construyen lanchas con capacidad hasta 160 pasajeros.
IMPACTO DEL CERO KILO
Posteriormente los propietarios del servicio de transporte fluvial, siguieron trabajando en el puerto con distintas modalidades. Se trasladaba a mucha gente a Concordia y posteriormente la dictadura implementó un impuesto donde se cobraba 200 pesos a las personas que salían del país, pero la gente seguía viajando igual. Con el paso del tiempo se fue reduciendo el volumen de personas que viajaban a través del río, pero se mantenía entre cuatro y cinco frecuencias diarias entre Salto y Concordia. En ese momento había dos empresas, una uruguaya y otra argentina. En el 2013 se implementa por parte del gobierno del Frente Amplio, el cero kilo y se aplica a rajatabla en el Puerto de Salto, una medida que durante casi 5 años no fue igual en el puente. En ese momento quedaron trabajando con una embarcación sola 4 personas, y los viajes mermaron a uno o dos por día.
INVIABILIDAD ECONÓMICA
En el año 2017 el servicio argentino cierra definitivamente el servicio. Los empresarios salteños abrieron una empresa en el país hermano y en ese momento se pensó que se podía revertir la situación. Según pudo saber CAMBIO la empresa local de la familia Sancristóbal comenzó a tener problemas serios en el invierno de este año. Primero por el frío, luego por la cantidad de alertas meteorológicas y se comenzó a trabajar muy mal. Pero según la fuente consultada los impuestos se debe pagar igual mensualmente, el seguro de la embarcación, de los pasajeros, de los tripulantes, las matriculas de las embarcaciones y las inspecciones anuales. Se hizo un balance donde pudieron detectar que en los últimos siete meses se perdieron más de 1.000 dólares mensuales.
Se reunieron los empresarios y decidieron hacer una reestructura para ver de qué manera seguir, si con un viaje diario o tres semanales o si se para las frecuencias regulares y si se hacen solamente paseos, pero las posibilidades de cierre de la empresa, es la opción más probable en estos momentos informó la fuente consultada. El pasaje a Concordia tiene un costo de 150 pesos uruguayos la ida y el retorno 150 pesos argentinos, para ir y volver son necesarios al menos 5 pasajeros para cubrir el costo de combustible, más los costos de tripulante, migración y otros gastos y se llegó a la conclusión que la inviabilidad económica del servicio afecta y mucho. Sería necesario un promedio de veinte pasajeros diarios para mantener el servicio básico.
CIERRE DEL SERVICIO
En cuanto a los apoyos que se solicitaron a distintas organizaciones para que no cerrara el servicio, las fuentes consultadas dijeron que no hubo ninguna respuesta, se enviaron ofertas de viajes de paseo a las escuelas, liceos, autoridades de gobierno, pero no tuvieron eco.
La empresa que se dedica a la comunicación entre Argentina y Uruguay a través del río cerrará el servicio por falta de apoyo e interés de la población en general.
Diario Cambio