El ahora condenado posee cinco antecedentes penales por delitos de atentado violento al pudor y ultraje público, por hechos sucedidos entre los años 1985 a 1991.

Hace más de 10 años se lo veía en una esquina de la calle 18 de julio, en Paysandú, cuidando motocicletas.

O.R.M.A. fue condenado por “un delito de abuso sexual especialmente agravado”, a la pena de dos años de penitenciaría.

Se cumplirá con un año y seis meses de prisión efectiva y seis meses de arresto domiciliario en horas nocturnas; así como la suspensión del ejercicio de la patria potestad e inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas y privadas en el área educativa, de la salud y todas aquellas que impliquen trato directo con niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad y personas mayores en situación de dependencia por el plazo de 10 años.