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El aurinegro jugó un partido para el recuerdo de todos sus hinchas y consiguió un histórico triunfo por 1-0 ante Flamengo por Libertadores.

Peñarol hizo oídos sordos a los millones de dólares en incorporaciones que desembolsó el Flamengo para esta Copa Libertadores y salió con sus armas a demostrar en el Estadio Maracaná que una vez que empieza a rodar la pelota, el dinero y los cucos quedan de lado.

El aurinegro creyó en sus posibilidades desde el pitazo inicial y se plantó firme en tierras brasileñas ante un estadio colmado.

Concentrado, metido, con mucho carácter y personalidad, el conjunto mirasol salió con una clara intención y una idea fija: esperar en su campo, no dar pelota por perdida y aprovechar todo tipo de contragolpe que se le presente.

El entrenador Diego López transmitió la idea y sus futbolistas rápidamente entendieron el mensaje. Peñarol se mostró bien parado en mitad de cancha, jugó con las líneas muy compactas y ello le benefició para exponer una buena disciplina táctica.

Flamengo, por su parte, se vio sorprendido ante la inteligente propuesta de su rival y le costó entrar en partido. Incluso, las veces que insistió fue obstaculizado por el aurinegro, que le cortó sus circuitos en todas las líneas.

El equipo local no la tuvo fácil y se lo vio ofuscado por momentos tras no tener espacios ni comodidad para demostrar su juego.

El constante anticipo sin pelota de Peñarol en mitad de cancha sumado a la solidez en defensa y la velocidad que expuso en ofensiva las veces que tuvo para avanzar, fueron los aspectos a resaltar de un equipo que salió decidido a traerse algún punto de Brasil.

Así transcurrió el primer tiempo. Intenso, dinámico y mucha pierna fuerte sin dar pelota por perdida.

El trabajo de Peñarol en lo táctico fue bárbaro, incluso antes del descanso tuvo la jugada más clara del primer tiempo tras un desborde de Brian Rodríguez por izquierda y el que se lo perdió en el área fue Agustín Canobbio, que definió muy al medio y el arquero Diego Alves le ahogó el grito.

Ambos se fueron al vestuario con sensaciones muy diferentes. Peñarol, cumpliendo a la perfección el pedido de López y con confianza extra, mientras que el ‘Fla’ se fue ofuscado y con algunos reclamos de su gente exigiendo más.

En el inicio del complemento, Flamengo salió con otra actitud y se llevó a su rival por encima. Comenzó a atacar, a desdoblarse por las bandas incluso marcó un gol en offside que fue bien invalidado.

Parecía la remontada del equipo brasileño, pero todo quedó en un indicio. Su buen momento apenas duró unos minutos hasta que Peñarol retomó su disciplina táctica.

El aurinegro se acomodó en el campo y volvió a ser el intenso equipo del primer tiempo.

Con una muralla en defensa, con la línea de volantes bien compacta y sin dar espacios. Con todas esas precauciones, el aurinegro volvió a plantarse firme en el Maracaná y retomó la confianza.

A diferencia del primer tiempo, Peñarol se soltó más, comenzó a utilizar las bandas y por esa vía casi llegó al gol tras algunos desbordes de Brian Rodríguez y Lucas Hernández, quien fue gran figura en el complemento.

Con el correr de los minutos, a Flamengo se lo vio cada vez más contrariado y colmado de impotencia porque Peñarol no le dio respiro. La intensidad del aurinegro se hizo sentir en cada pelota dividida y los futbolistas brasileños no tuvieron un plan b.

En los últimos 20 minutos, el aurinegro prácticamente se vistió de protagonista y sorpresivamente comenzó a jugar en campo rival. Movió la pelota de un lado al otro y Flamengo atinó a correr detrás de la pelota.

Si Peñarol se sentía bien y con confianza, su esperanza creció aún más cuando Gabriel Barbosa vio la roja a los 74’ tras una fuerte infracción contra Rodrigo Rojo.

En superioridad numérica, el aurinegro creció aún más en su juego ante un rival totalmente desconcertado y sin rumbo. El custionamiento y los silbidos que caían desde las tribunas se hacían notar en los futbolistas brasileños, que se quedaron sin reacción.

Ya el empate era oro para Peñarol, pero a los 88’ impuso justicia y el cabezazo de Viatri que mandó al fondo de la red significó un premio a la corazonada de los futbolistas aurinegros en el mítico Maracaná. Fue el 1-0 anhelado para la afición carbonera que vivió una noche difícil de olvidar.

El aurinegro dejó el alma y ganó de visitante después de 5 años por Copa Libertadores. Llevaba 12 partidos sin triunfos en esta condición y rompió esa racha con un partido inolvidable en un estadio que a los uruguayos siempre les trae buenos recuerdos.

Peñarol ganó un partido histórico y es líder en su grupo con 6 puntos.

FLAMENGO 0:1 PEÑAROL

Cancha: Estadio Maracaná de Río de Janeiro (Brasil).

Juez: Patricio Loustau. Asistentes: Juan Belatti y Diego Bonfa (Terna de Argentina).

FLAMENGO: Diego Alves, Pará, Rodrigo Caio, Léo Duarte, René, Willian Arao (67′ Vitinho), Gustavo Cuellar, Diego Ribas, Bruno Henrique (86′ Uribe), Everton Ribeiro y Gabriel Barbosa. Director técnico: Abel Braga.

PEÑAROL: Kevin Dawson, Giovanni González, Fabricio Formiliano, Cristian Lema, Lucas Hernández, Brian Rodríguez (73′ Rodrigo Rojo), Guzmán Pereira (80′ Lucas Viatri), Walter Gargano, Agustín Canobbio, Cristian Rodríguez y Darwin Núñez (64′ Gastón Rodríguez). Director técnico: Diego López.

GOL: 88′ Lucas Viatri (P).

Expulsado: 74′ Gabriel Barbosa (F).

 

 

Ecos.la


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