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Por María de los Ángeles Márquez.

No dudamos un segundo cuando había que sugerir una mujer para reconocer. La imagen de la querida Estercita, surgió inmediatamente. Más allá del cariño, de su personalidad amigable, de su profesión que ejerció intachable, de su vida, nos marca su impronta, su tarea solidaria y entrega hacia los demás, característica que no todas las personas tienen.

Esther María Galbarini Pereira, de cuna de padre blanco y mamá colorada que según cuenta la misma Esther se volvió colorada cuando la mamá le puso la lanita roja en la frente para la simpatía del ojeo. Y luego de eso ya no hubo vuelta atrás. Mujer del partido de toda la vida.

Esther, mamá de 2 hijos, abuela de 4 nietos, doctora en derecho y Ciencias Sociales, Abogada, Profesora de inglés. Niña empoderada que a los 8 años le dijo a su madre que quedó absolutamente sorprendida ¨ yo voy a ser abogada para defender los derechos de la mujer¨.

Esther , compañera de Eduardo Panisa, que desde hace poco no lo tenemos pero seguro está acá y nos acompaña siempre a ella a sus hijos y nietos y a todos con ese humor maravilloso que tenía esa hermosa persona que recordamos con cariño y alegría como debe ser.

No se puede salir a caminar una cuadra con Esther, es misión imposible, la gente la reconoce, la para, la saluda , le agradece favores, le recuerda anécdotas.
Y acá viene el porqué de este reconocimiento. Desde el 23 de febrero de 1995 junto a un grupo de personas notables Esther forma parte del famoso ¨Grupo Vivir¨. El objetivo, ayudar a mujeres que se encontraban en situación de Violencia Doméstica. Mucho antes de que existiera la primer ley de Violencia Doméstica votada en el gobierno de Batlle.. Este noble grupo fue creciendo de tal forma que además de ayudar a cientos de salteñas traspasaron las barreras y llegaron a otros departamentos y a otros países y terminaron capacitando y dando charlas en localidades vecinas de Argentina. Primero se reunían en la casa de la misma Esther , luego la Jefatura de Policía reconoció la importancia de su trabajo como grupo y tenían una sala para reunirse y fueron creciendo en su trabajo. Varios reconocimientos recibieron como grupo vivir. No quiero olvidarme de mujeres como Any FAlletti, Sara Larrosa, Elizabet Durán y Gissella Caram quienes fueron las que finalmente tomaron las responsabilidades.

Hoy, con Esther jubilada disfrutando sus nietos y con organizaciones que se encargan o deberían encargarse de todos los casos delicados que hay de violencia doméstica el Grupo Vivir no funciona como tal.

Pero Esther, siempre estaremos agradecidos todos porque hayas formado parte de ese equipo y que nos hayas enseñado que no se trabaja contra los hombres, sino junto a ellos, que el fanatismo femenino no es bueno, que siempre debemos intentar trabajar juntos.

Gracias Esther.
Sos un ejemplo de vida para las mujeres coloradas y batllistas.
Mtra. Edil Ma de los Ángeles Márquez.


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