Los vecinos de Saladero manifestaron su preocupación por el estado de abandono en el que se encuentra dicho barrio y acusaron a la Intendencia de Salto de gastar dos veces en una misma rotonda.
Fue habilitada con bombos y platillos por el Gobierno departamental pero duro muy poco. Hablamos de la rotonda ubicada en Catalina Harriague de Castaños y Orestes Lanza.
Lo real es que estos malos trabajos por parte de la Intendencia de Salto implican además dd la improvisación, un doble gasto mientras la ciudad se cae a pedazos.
Los vecinos de Saladero solicitan prioridades y señalan que la Intendencia se olvidó del barrio.