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Fuentes policiales confirmaron a Montevideo Portal que al llegar a la cárcel de Rivera se generó un ambiente de resistencia hacia ellos.

El padrastro y la madre de la niña Anna Clara, de cuatro años, que fue abusada y asesinada en Rivera, fueron trasladados de cárcel luego de recibir amenazas en su centro de reclusión de Rivera.

Ambos estaban en Cerro Carancho y desde este lunes los trasladaron a Montevideo para cumplir su prisión preventiva mientras esperan su condena. El hombre fue derivado a la Unidad 4 (Santiago Vázquez) y ella a la Unidad 5 (cárcel de mujeres en Colón), según informó el programa Fuentes Confiables de Radio Universal y confirmó Montevideo Portal en base a fuentes policiales.

Las fuentes señalaron que los trasladaron por las amenazas que recibieron al llegar a los centros de reclusión. Allí se había generado un ambiente muy agresivo dada la resistencia a su presencia en el lugar.

Ambos fueron formalizados este sábado por el asesinato a golpes de la niña en el departamento de Rivera. Anteriormente, Anna Clara había sido abusada sexualmente. Por este motivo, ambos deberán cumplir prisión preventiva por 180 días.

Al padrastro se le imputaron los delitos de violencia doméstica, homicidio muy especialmente agravado por femicidio y abuso sexual. A la madre de la pequeña se le imputaron los delitos de violencia doméstica y femicidio en calidad de cómplice y omisión a los deberes inherentes a la patria potestad.

Una vez conocido el desenlace de este caso, se difundieron más datos sobre el trato dispensado a la niña.

La fiscal dijo que es claro que la niña fue abusada sexualmente durante mucho tiempo. Sufrió violencia física y psicológica en forma brutal y cotidiana, dijo a la prensa.

El padre de la niña había denunciado ante la Fiscalía que la niña desde hacía tiempo sufría maltratos por parte del padrastro, según un informe de Puntos de Vista (Radio Uruguay).

A la Fiscalía le llama la atención que la niña estuviera claramente golpeada y esto «no haya sido advertido por centros de estudio como desde la parte médica», dijo la fiscal al corresponsal de Radio Uruguay Gerardo Hernández, lo que derivará en nuevas investigaciones.

El abuelo paterno de la víctima señaló a Hernández que no permitían al padre biológico ver a la niña desde hace meses, por cuestión de celos. «La pareja, muy celosa, no dejaba visitar a su hija, no la mandaba a los cumpleaños, no dejaba contacto entre ellos», afirmó.

A principios de julio la niña había sufrido una fractura de clavícula y el padre biológico se enteró por redes sociales, de acuerdo a información que dio este hombre a Subrayado.

En la inspección realizada por la Policía se encontró ropa de la niña con sangre. Hernández agregó que el imputado también golpeaba a su pareja, que nunca denunció el hecho.

Fuente: Montevideo Portal


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