La mayor preocupación radica en la grave situación económica que deja la actual administración. Andrés Lima endeudó a Salto por más de 15 años, se debe el doble de proveedores, además de la deuda con el Banco República, Ancap, Hospital Salto, Jefatura de Policía, etc. Hay más de 100 millones de cheques diferidos.
Y la mayor preocupación es por el monto de dinero que se deberá pagar por las cuotas del fideicomiso a partir de febrero próximo, lo que representa un mes del presupuesto de la intendencia.
Alejandro Noboa asumirá la titularidad de la Intendencia de Salto en febrero próximo tras la renuncia de Andrés Lima que irá por la reelección. Lima deja una intendencia con más deudas, más funcionarios y completamente desfinanciada. Un verdadero dolor de cabeza para el gobierno que viene.
Según pudo saber TDN, Noboa analiza plantear a los demás partidos políticos la posibilidad de refinanciar la deuda millonaria que dejará Andrés Lima. Noboa tiene mayor diálogo con los demás partidos que Lima, ya que el actual intendente se peleó con todos los partidos y no tiene mayoría en la Junta. El planteo de la posibilidad de refinanciar la deuda lo ha manejado el mismo Lima debido a que observa un panorama muy difícil a futuro. Este análisis no lo hizo en tiempo y forma generando serios problemas para el gobierno departamental. De forma irresponsable se endeudó a la intendencia sin medir las consecuencias al respecto. Ahora el nuevo gobierno de transición deberá tomar serias medidas al respecto. Pero no solo eso, el próximo gobierno electo en las elecciones de mayo deberá plantear un negocio financiero para poder administrar la intendencia dejada por Lima. Los problemas que vienen por delante son muy serios y hay quienes analizan que se podría llegar con problemas para el pago de los salarios.