Pese a prometer el arreglo de las calles en 100 días, el gobierno de Andrés Lima empeoró el estado de las calles producto de la falta de trabajo e improvisación. Calles recientemente reparadas ya se encuentran totalmente destruidas y el futuro no es nada alentador ya que el gobierno de Lima le debe millones de pesos a barracas y empresas donde se compran los materiales para reparar las calles.
Según se informó a TDN, varios comercios cortaron las ventas a la intendencia debido a las deudas que la comuna mantiene. Deudas que fueron generadas por la actual administración, no son parte de ninguna herencia.
Funcionarios de la Intendencia están preocupados por la falta de materiales y en ocasiones los camiones se han quedado sin combustibles, por lo que la Intendencia adoptó medidas de recortar la cantidad de combustibles para los vehículos.
Basta con salir a la calle para darse cuenta la grave situación de las calles de la ciudad y ni que hablar de los caminos rurales. Lima deja mas deudas, más asentamientos, más pobreza, y más pozos, entre otras cosas.