Por José Buslón.
Una fuerza de cambio que hoy está siendo vista como la única propuesta de izquierda, y que resulta una alternativa interesante para 19.000 voluntades que antes votaban al Frente Amplio y que hoy siente que somos la única posibilidad de no abandonar sus lugares de lucha.
La Unidad Popular es hoy una fuerza de cambio que se afianza en las voluntades de los salteños que se han propuesto dar un paso a la izquierda ante un Frente Amplio que ya no es portador de las ideas socialistas, populares y transformadoras de la realidad en pos de la justicia social.
Un Frente Amplio que simbólicamente se esconde atrás de las banderas rozadas y la de Salto, donde ya no se distingue a que partido pertenecen queriendo engañar a los votantes con una supuesta neutralidad, queriendo salir a pescar en otras filas políticas porque saben que dentro de las suyas existen 19000 votos que no apoyan a ninguna de las fórmulas, ni a Marazzano ni a Lima y porque se dan cuenta que votar al Lema es votar a Andrés Lima y eso es continuidad de las cosas mal hechas y dejar pasar la oportunidad de hacer posible, aunque sea dentro de otro partido los ideales y aspiraciones de izquierda.
Es de izquierda proponerse remunicipalizar las líneas de ómnibus privadas que están en manos de particulares y a los cuales les están dejando mucha ganancia, como también volver a manos de la intendencia de Salto el ex frigorífico municipal, con el cual estaríamos avanzando de forma sustantiva hacia la concreción del Frigorífico Polimodal, dando la oportunidad a los pequeños productores que puedan vender su producción , la cual será comercializada en el mercado interno, contribuyendo esto a bajar el precio de la carne en el departamento y diversificar la oferta de la misma , desde carne de cerdo, pescado de rio, ovina y pollo.
Es de izquierda llevar adelante un proyecto de vivienda popular y erradicar los asentamientos que en su mayoría fueron obra del Frente Amplio y luego los dejaron tirados en el barro.
No es de izquierda jugar con las necesidades de la gente y prometer cargos y no hacerse cargo de las designaciones directas lavándose las manos y dejando que sea Noboa, también Frente el que haga el trabajo sucio de echarlos.
No es de izquierda querer mantener sueldos de 375.000 pesos el intendente y 240.000 los directores, mientras la gente común peludea para llevar el pan a la casa, cuando le pagan.
No es de izquierda tener a trabajadores de la intendencia repartiendo volantes a condición de que si no pierden el trabajo.
No es de izquierda regalar ómnibus a punteros políticos a cambio de los apoyen armando una lista a la junta departamental.
Y como seguramente compartís estas cosas con nosotros es que en mayo vas a votar izquierda, votando Lista 326 de la Unidad Popular, como ya lo están decidiendo algunos sectores que le han quitado el respaldo a Andrés Lima y que no creen que los demócratas cristianos disfrazados de rozado sean una alternativa.