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Entraron con la promesa de irse al final del gobierno, pero la idea es dejarlos como funcionarios. Flor de choclo para el próximo intendente, que no solo tendrá muchímas deudas que pagar de este gobierno, sino muchos más funcionarios. Después de criticar históricamente a los partidos tradicionales y que estas prácticas de acomodar en las Intendencias u organismos del Estado lo hacían blancos y colorados, que en un gobierno frenteamplista esto no iba a pasar y que según Andrés Lima, él que entraba con él, se iba con él, fue un verso para la tribuna con la complicidad de todo el Frente Amplio. Un pedido de informes contestado recientemente por la Intendencia de Salto, deja en claro que muchos familiares de jerarcas y punteros políticos del Frente Amplio, pretenden quedarse como funcionarios de la Intendencia a pesar de que cambie el gobierno el 27 de setiembre.  

Flor de choclo tendrá el próximo gobierno pues el Frente Amplio de Andrés Lima y Alejandro Noboa, procuran dejar a los punteros políticos, aquellos que ingresaron con la promesa de Lima que se iban con él cuando finalice su gobierno. En la interna de la Intendencia, funcionarios de carrera te cuentan como los punteros políticos utilizan sus lugares para la militancia activa por la candidatura de Lima. El comando de Soledad Marazzano denunció esta situación. 

El pueblo de Salto paga muchísimo dinero en sueldos a punteros políticos del Frente Amplio, muchos de ellos sin saber a ciencia cierta que tarea cumplen dentro de la Intendencia. Ninguno indispensable, que perfectamente Noboa pudo finalizar su contrato para ahorrar dinero y pagar las deudas de este gobierno, pero no existe el interés, pues allí está concentrada la militancia rentada a favor de Lima. La paga el pueblo de Salto. 

Después escuchamos a dirigentes del FA querer dar clases de ética, gestión y moral. Después del gobierno de Lima, perdieron hasta los principios. Antes de criticar a los demás, deberían pedir perdón por esta pésima gestión. Escupieron para arriba, les cayó en cara, como dice el bolichero de la esquina.


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