¿Sabías que el cariño entre un perro y su humano es similar al de un bebé y su mamá? alguna vez te has preguntado ¿por qué al ver a tu perrhijo te derrites de amor?
La respuesta es que existe la oxitocina u hormona del amor, una sustancia que tiene que ver con el amor y en el afecto que permite explicar científicamente esta sensación. La hormona contribuye a reducir el estrés, fortalecer y potenciar las relaciones sociales, fomentar la confianza, etc.
Pero…¿Cómo funciona la oxitocina? La sustancia viaja a través de la sangre para llegar a distintos tejidos y órganos del cuerpo humano y hacen que estos reaccionen de una manera determinada. Cuando se produce un contacto físico, un abrazo, o un cruce de miradas con seres queridos esta hormona se libera de forma natural.
La similitud que hay entre el cariño maternal es debido a que esta sustancia juega un papel muy importante en los partos y en la lactancia: procesos fundamentales en la maternidad.
Los gestos de cariño y las miradas llenas de significado son sólo algunos de los acontecimientos que estarían regulados por la oxitocina; las personas que compartimos parte de nuestra vida con un perro estamos convencidas de la lealtad y el amor incondicional.
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