Integrantes de la Revuelta Subersiva de Salto realizaron en la tarde de ayer un escrache frente a la Catedral con el propósito de cuestionar la postura de la Iglesia Católica frente al caso del sacerdote de Minas imputado por abuso sexual y que hasta que la Justicia lo decida, seguirá radicado en la curia de Salto.
La Fiscal del caso solicitó la prisión preventiva del sacerdote pero la jueza del caso dispuso de otras medidas. En tal sentido, la Fiscal apeló y en los próximos días un tribunal decidirá si el sacerdote denunciado seguirá en la curia de Salto o irá a prisión.