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El Tribunal de Apelaciones ratificó la sentencia en primera instancia El Vaticano analiza su expulsión. El cura de la Catedral de Minas que fuera imputado por varios delitos de abuso sexual contra dos niñas, fue trasladado de Salto a Montevideo. La Justicia ratificó el fallo en primera instancia y ahora le colocarán tobillera electrónica.

El sacerdote que oficiaba de referente religioso de la familia de las niñas, visitaba con frecuencia a las menores y a su madre, a quienes les llevaba comida y alcohol.

Mantenía una relación de amistad con la madre de las niñas abusadas desde hacía 16 años, según consta en la sentencia fiscal.

La investigación permitió establecer que la familia recurría al cura por ayuda económica.

En setiembre de 2019 las dos niñas de 9 y 13 años narraron los abusos a su hermano mayor y éste radicó la denuncia.

Tras la investigación, la Fiscalía de Minas lo imputó por reiterados delitos de abuso sexual, un delito de abuso sexual especialmente agravado y varios delitos de atentado violento al pudor, en perjuicio de dos niñas.

La fiscal del caso pidió en su momento prisión para el hombre, pero la Justicia determinó medida cautelares tales como de fijación de domicilio con obligación de presentarse en Seccional una vez por semana y prohibición de acercarse a las víctimas por 90 días.

En febrero pasado, el sacerdote fue traslado a Salto para permanecer allí hasta el juicio pero en las últimas horas el Tribunal de Apelaciones ratificó la sentencia en primera instancia y ordenó el traslado a Montevideo y que permaneciera con tobillera electrónica.


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