«Nunca pensé que me iba a tocar, y de la forma que me tocó», relató a Telenoche.
Caio Costa vive en Artigas, tiene 58 años, es casado y tiene tres hijos. Trabaja como funcionario administrativo en la Inspección Departamental de Primaria y es músico. Hasta hace un tiempo «no creía» en el coronavirus.
«Le dije a una doctora: ‘no le tengo miedo al covid. Si me tiene que dar, que me dé. Va a ser como una gripe más’. Ahora estoy totalmente arrepentido de haber dicho lo que dije. Fue un error muy grande. Nunca pensé que me iba a tocar y de la forma que me tocó», le contó a Telenoche.
No tenía comorbilidades y el COVID-19 lo tomó rápido y por sorpresa, al punto que rápidamente debió ser internado en el CTI, donde pasó 10 días.
Allí no tenía fuerzas y temía morir. «Lo triste es que te vas sin despedirte de tus seres queridos», aseguró.
Por fortuna, Caio se recuperó y la fe y la energía de familiares y amigos lo ayudaron a salir adelante. Todavía tiene secuelas permanentes en los pulmones y, además, “secuelas psicológicas”, pero está decidido a dedicar más tiempo a los suyos para «disfrutar con mi familia esa oportunidad que me dio Dios de poder vivir».
Telenoche