En el marco de la lucha contra el microtráfico de sustancias estupefacientes, la Brigada Departamental Antidrogas de Salto llevó a cabo durante varios meses tareas de inteligencia que lograron establecer la existencia de una familia que se dedicaba al suministro y comercialización de estupefacientes (principalmente de pasta base de cocaína), contando con al menos dos domicilios que operaban como boca de venta de drogas en el barrio Don Atilio; además, abastecían a otras bocas de la zona y otros barrios.
A raíz de esto se llevaron a cabo varios allanamientos simultáneos, con apoyo de la Dirección de Investigaciones, Delitos Complejos, G.R.T., Guardia Republicana y Policía Científica, deteniendo a diez personas e incautando 36 chasquis y dos envoltorios en piedra de pasta base, tres envoltorios de marihuana, 16.940 pesos, siete celulares y un automóvil.
Posteriormente se realizaron otras tres detenciones y se incautaron dos chalecos antibalas policiales que estaban denunciados como hurtados en dicha Jefatura.
Puestos los implicados a disposición de la Fiscalía Letrada de 3º turno de Salto se condenó a cuatro mujeres (Paula Eduarda Freitas Dos Santos de 27 años, poseedora de tres antecedentes penales, R.M.A.F. de 44 años, C.L.G.G. de 20 años, A.I.V.L. de 29 años) y tres hombres (Braian Nicolás López López de 24 años, poseedor de un antecedente, G.D.S.S. de 20 años, R.A.R.R. de 19 años), por delitos que abarcan los de tráfico de sustancias estupefacientes prohibidas en la modalidad de negociación, asistencia de tráfico de sustancias estupefacientes prohibidas y receptación, con penas que van desde los dos años de penitenciaría hasta los cuatro años y seis meses de penitenciaría.
En cuanto a una joven de 17 años se la imputó por una infracción grave a la Ley Penal tipificada como un delito continuado de asistencia al tráfico de sustancias estupefacientes, debiendo cumplir la pena de 12 meses de medida socioeducativa privativa de libertad en INISA.
Los restantes detenidos se encuentran en libertad.