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Vivimos prácticamente conectados todo el día, con solamente las horas de sueño en las que desconectamos de Internet. Es por ello que quizás nos ha surgido la duda de qué hacer con el router WiFi durante esas horas o cualquier otras en las que no se esté usando la red por estar fuera de casa o el motivo que sea.

Vamos a analizar si merece la pena el apagado del WiFi cuando no lo estemos usando desde varios aspectos. Con los routers domésticos, se puede adquirir la costumbre de apagarlos, pero realmente no hay razones para ello.

El WiFi no gasta tanta energía como para apagarlo
Comencemos desde el punto de vista energético, ahora que la electricidad está por las nubes. Quizás hayas pensado que es uno de los objetos prescindibles en ciertos momentos del día o de la noche. Si no se está usando el router, ¿para qué tenerlo encendido?.

Pues bien, algo apagado siempre consumirá menos que algo encendido, por pequeño que sea ese consumo. Si se pretende el ahorro máximo, apagar por las noches puede tener sentido. Pero, aun así, un router medio, con un consumo de entre 8 y 20 W, puede tener un consumo de unos 20 euros al año, que sería el ahorro en la factura. Si se pretende ahorrar en ese sentido, una opción interesante es buscar la función de apagar la red inalámbrica por las noches, en un horario elegido. No todos los routers la tienen, pero desde luego resulta mejor para el router.

Durabilidad del router
Otro argumento a favor suele ser que los routers nunca descansan si no se apagan, y que eso acorta su vida. En primer lugar, todo producto tecnológico tiene una duración más o menos determinada con un uso máximo.

Pero realmente cuando más sufre un router es cuando tiene mucha actividad y carga de trabajo. Si por la noche está liberado y nadie en el hogar requiere la conexión a Internet, el router estará prácticamente en reposo. Además, hoy en día están totalmente preparados para aguantar demandas muy grandes, frente a los de hace unos años.

Sin efectos sobre la salud
Otro punto de vista que te puedes haber planteado es el de la salud. Si por la noche no estás usando el router y este está emitiendo, quizás sea mejor dejar esas ondas en stand-by hasta la mañana siguiente.

Existe un creciente mito acerca de la hipersensibilidad electromagnética, y la realidad es que no existe. En cuanto a la radiación del Wi-Fi, es no ionizante, por lo que no puede interaccionar con el ADN y producir cáncer o alterar la salud. Y si lo hiciera, lo haría tanto durante la noche como por el día, por lo que el consejo general sería apagar el router todo el día y prescindir de Internet.

Pese a que el sol está bastante lejos de la Tierra, de cuando en cuando se van produciendo en él fenómenos que pueden llegar a afectar al planeta en mayor o menor medida. Generalmente, estos fenómenos no suelen ni siquiera quedase cerca de nuestro planeta, pero hay que estar siempre vigilando porque existe la posibilidad de que se produzca alguno que sí que lo consiga, como una llamarada solar que podría dirigirse hacia la Tierra. Te contamos más.

Los expertos han descubierto una mancha solar que está creciendo por momentos. De hecho, esta ha conseguido duplicar su tamaño en el espacio tan solo en un lapso de 24 horas.

El riesgo de una llamarada solar
Esta mancha negra, identificada por los expertos como AR3038, es precisamente lo que puede provocar una llamarada solar. Estas son una liberación de una ráfaga de radiación intensa que se mueve por el espacio. Como hemos dicho al principio de este artículo, el sol está lejos de la Tierra, pero el tamaño de esta mancha solar podría hacer que la llamarada solar fuera tan potente que acabase por llegar a nuestro planeta.

La aparición de manchas solares es un evento bastante común en realidad, pero aun así esta mancha AR3038 mantiene a los expertos en guardia. Esto se debe a que la cantidad de radiación que puede producir una mancha de ese tamaño puede ser gigantesca, siendo esta potencialmente mortal para el ser humano. Además, este tipo de fenómenos también liberan una gran cantidad de energía, aunque es poco probable que esta pudiera llegar a la Tierra. Así lo explica la NASA:

El calor explosivo de una llamada solar no puede llegar hasta nuestro globo, pero la radiación electromagnética y las partículas energéticas sí pueden. Las erupciones solares pueden alterar temporalmente la atmósfera superior creando interrupciones con la transmisión de la señal desde, por ejemplo, un satélite GPS a la Tierra, lo que hace que se desvíe por muchos metros.

No hay motivo de alarma
No obstante, parece que no hay motivo de alarma (al menos, todavía). Así lo afirman los meteorólogos espaciales de Estados Unidos, los cuales expresan que no se esperan erupciones solares importantes y que las condiciones climáticas espaciales no muestran ningún indicio de actividad peligrosa por delante. Ahora bien, una mancha solar de este tipo también puede producir lo que se conoce como tormenta solar, que generan cantidades enormes de energía electromagnética que sí que pueden llegar a la Tierra.

Al menos sobre el papel, una tormenta sola de grado dos podría ser capaz de interrumpir las señales de GPS y de radio durante al menos 10 minutos en caso de llegar a la Tierra. Por otro lado, si ocurriera una tormenta de grado cinco, podríamos estar incluso hablando del fin de Internet, pero como decimos, este tipo de fenómenos meteorológicos son relativamente comunes y en muy raras ocasiones acaban por afectar a la Tierra, por lo que por el momento no debemos preocuparnos demasiado por ello.

Informe de ADSL Zone


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