El ministro de Ambiente, Adrián Peña, se reunió con el intendente Andrés Lima y parte de su equipo de gobierno para avanzar en el plan de acción para hacer efectivo el cierre del vertedero a cielo abierto antes de la fecha objetivo marcada para el 31 de diciembre de 2024. En este sentido, el jefe de la cartera ministerial se encuentra recorriendo todo el país para definir los trabajos necesarios acordes a la realidad de cada departamento y Salto se perfila hacia la migración del sistema para un relleno sanitario, cumpliendo con las normativas medioambientales y los estándares de calidad certificables.
Lima dijo que queda mucho trabajo por delante pero la Intendencia ya dio importantes pasos en pos de concretar la migración del sistema porque cuenta con un informe realizado por una empresa especializada en la materia, gracias a un estudio contratado por la comuna. Ahora, el Gobierno nacional dispuso recursos económicos que rondan los 17 millones de dólares para distribuir entre todas las intendencias del país en el afán de que éstas puedan adquirir maquinaria para ser utilizada en el nuevo modelo de gestión de residuos y su disposición final. El intendente agregó que, considerando el volumen de residuos sólidos y el área del predio del vertedero, es necesario iniciar las obras a la brevedad, a principios de 2023, para cumplir con la fecha objetivo.
El ministro dijo, en tanto, que existe un fuerte enfoque a nivel país con un plan nacional de gestión de residuos del cual participan ocho ministerios, las intendencias, universidades, cámaras empresariales y el PIT-CNT, en el entendido que existe un retraso a nivel nacional en la disposición final de residuos y su gestión previa; por eso el cierre de los vertederos a cielo abierto es una prioridad considerando que no es una realidad exclusiva de Salto sino que, en mayor o menor medida, casi todos los departamentos deberán migrar a un nuevo sistema. Actualmente Rocha, Maldonado y Fray Bentos, son las únicas capitales que cuentan con una habilitación del ministerio por su sistema de disposición final de residuos que representa un problema ambiental, económico, sanitario y social, porque más de cinco mil uruguayos trabajan informalmente en los vertederos a cielo abierto y es otro aspecto necesario a ordenar y regularizar.