En Estados Unidos las muñecas sexuales son un negocio en expansión que ahora se trasladó a esta parte del mundo. En Argentina y Uruguay el negocio va creciendo y Salto tendrá pronto un lugar para comprar. Hay modelos hiperrealistas con pestañas y pelo natural, piel que se siente como la humana y hasta genitales que pueden ganar temperatura.
Martín es un joven emprendedor de Salto que informó a TDN su nuevo negocio. Se trata de muñecas sexuales que son un atractivo para muchos. En un mes y sin hacer publicidad, logró vender 5 y tiene varios pedidos para setiembre. La compra se hace por encargo y llegan desde Estados Unidos. El material es de buena calidad y no se pinchan fácilmente.
Las reinas del sex shop son las muñecas inflables. Y no sólo porque cada vez hay más variedades que se ajustan al gusto de los clientes, en general hombres solteros. También porque empezaron a venderse en forma mayorista para distribuirlas en todo el país, o al menos es la idea.
«La muñeca inflable es un producto solicitado», agrega Mariano Vazquez Freije, gerente general de Tentaciones. Allí comercializan modelos con cyberskin, «una textura muy real, similar a la piel humana», describe. Ese material, incluso, toma la temperatura corporal. Suele recubrir solo los genitales, pero también hay muñecas que lo tienen en todo su cuerpo e incluyen vibradores.
Son clásicas, pueden ser económicas, y hasta algunos se atreverían a decir que son las mejores compañeras sexuales. Por una cosa o por otra, muchas muñecas inflables habitan en los hogares y en las camas de muchos uruguayos. Y llegaron para quedarse, señalan los emprendedores.
Con datos de Clarín
Foto mitre