El ex dirigente de Vamos Salto, Partido Colorado, José María Aguirre hará oficial su apoyo al Intendente Andrés Lima en diciembre próximo, según confirmaron a TDN fuentes del gobierno. Aguirre fue director de Tránsito en el gobierno de Germán Coutinho y encabezó una agrupación en el Partido Colorado. Con duras críticas al liderazgo de los colorados en Salto, Aguirre presentó su carta de renuncia y desde ese momento no realizó más declaraciones al respecto.
TDN pudo confirmar que el Intendente Andrés Lima se reunió con José María Aguirre y hubo acuerdo político de cara al futuro. Según trascendió, el ex dirigente de Coutinho encabezará su propia agrupación de apoyo a Andrés Lima en el EnFA.
El objetivo es presentar la nueva agrupación colorada que se suma al Frente Amplio en Salto tras la finalización del Mundial. Más concretamente en diciembre próximo. Allí, Aguirre oficializará su apoyo a Lima en conferencia de prensa y posterior acto.
Por otro lado, el Intendente Lima confirmó a TDN que no es el último dirigente del Partido Colorado que se sumará a su proyecto político. En los próximos días, semanas y meses, el Intendente realizará otras presentaciones de dirigentes y militantes que llegan del Partido Colorado.
Esta situación está preocupando a la coalición multicolor, especialmente al Partido Nacional, que calificaron de alerta roja la ida de dirigentes colorados al frente amplio, especialmente pensando en ganar la próxima intendencia.
LA CARTA DE REUNUNCIA DE AGUIRRE
Salto, 15 de setiembre de 2022
Sr. Senador de la República Germán Coutinho
Presente
Luego de un prolongado y meditado proceso de evaluación personal y política, presento esta
nota con el propósito de hacerle llegar a usted, y por vuestro intermedio a las demás
autoridades de VS, mi formal renuncia a todos los cargos que desempeño en los órganos del
Partido Colorado y del Sector Vamos Salto, en particular, mi cargo en la Convención
Departamental, en la Convención Nacional y en el Ejecutivo de Vamos Salto. Asimismo, le
comunico también mi desvinculación de todos los demás espacios de militancia y
representación que con orgullo he venido ocupando en el Partido de Batlle y Ordoñez, Brum,
Barbieri y Malaquina desde hace más de 35 años.
Hago esta nota con pesar, pero también con la serena convicción de estar obedeciendo a lo
que dicta mi conciencia. Recién recuperada la democracia, el Partido Colorado nos convocó a
sumarnos a una enorme correntada basada en un trabajo con sensibilidad popular y orientado
a ayudar a los más débiles. Era la vieja herencia batllista y a ella nos sumamos.
Desde hace ya muchos años esa herramienta política, que supo fundar el Uruguay moderno y a
la que serví con lealtad, se ha venido apartando de ambos principios. Creo que ni el trabajo de
esa organización se basa ya en el contacto con sus apoyos populares, ni actúa en pos de
favorecer a los más débiles. Para colmo, las políticas de alianzas definidas en los últimos años
terminaron acercándolo (hasta confundirse) a los adversarios de sus históricas banderas.
Personalmente, como dirigente, ya no puedo continuar asimilando tantos errores.
Dejo en ese Partido muchos amigos, cosa que nada hará cambiar. A los referentes barriales
con quienes supimos andar juntos, todo mi agradecimiento. Al periodismo que amplificó
nuestra voz en todo este tiempo, todo mi agradecimiento. A los grandes referentes de
nuestros pasos, en particular a la memoria del querido amigo y enorme dirigente Eduardo
Malaquina, toda mi lealtad histórica.
Tomo esta decisión convencido de que la política es una actividad noble e indispensable. Hoy
es tiempo de repliegue y reflexión, nunca de claudicación. Nos apartamos de un barco que no
avanza, no de navegar. Amparado en la contención familiar y evaluando los avatares políticos
vendrán tiempos para definir de qué manera esa vocación de servicio que aprendí de nuestros
grandes referentes históricos estará nuevamente disponible para la defensa de una sociedad
más libre y justa, más batllista, más malaquinista. Me queda la tranquilidad de haber servido
con lealtad y esfuerzo, incluso cuando no siempre se me correspondió de la misma manera o
cuando en términos personales, sabía que tenía más para perder que para ganar. Ahí estuve
siempre, dando la cara. Hoy, en el actual panorama de grupos de amigos que sustituyen
asambleas, cuando este partido ya no es “el escudo de los débiles”, como decía Batlle y
Ordóñez, nada me motiva a seguir actuando con la entrega que debe tener un dirigente y por
eso esta decisión.
Que viva Batlle!
Que viva la república!
José María Aguirre