En lo personal, les confieso que no ha sido un año más. Ha sido un año de privilegios. Coordinador de la Juventud en la Intendencia, integrar el Cuerpo de Neutrales de la Divisional «C» en la Liga Salteña de Fútbol y tratar de ser lo más humano y cristalino posible en el devenir de esa política partidaria que también, pasa a contemplar, sueños y objetivos, andares y desafíos, creencias y mañanas.
Pero el privilegio, ES EL DE SENTIRME PARTE DE USTEDES.
Remar juntos para llegar a ese buen puerto que nos prolongue, acumulando sensaciones en común, pero sobre todo, CERTEZAS desde el sentir colectivo que nos inspira.
Creemos en la unidad y entonces, ¿por qué no sentirnos un poco quijotes, si la ilusión de una sociedad más justa y fraterna, es la que nos moviliza y nos compromete?
Por eso, a pocas horas de ese reencuentro afectivo que buenamente la Navidad produzca, del nacimiento del nuevo año después, y nos hermane tanto más en la búsqueda, una palabra hacia ustedes: GRACIAS.
Por ayudarme a sentirme más humano, más creíble, más apto, reconociendo el error que surge desde lo imperfecto, pero la templanza que es capaz de iluminar la evolución que uno pretende.
¡Sentirme parte de ustedes, amigos, compañeros y vecinos, ha sido un hermoso privilegio! La senda se fue trazando y a ella no renunciamos.
Tan juntos como siempre, anhelantes del nuevo amanecer. Hacia él vamos, desde la llama de la conciencia y la calidez del corazón.
¡Felicidades, plenas!
Ojalá para todos.
Y brindis….¡por el milagro de la vida!
Salud.