La Universidad Tecnológica (UTEC) mantendrá abiertas las preinscripciones a sus carreras hasta el próximo 17 de febrero. El director de Educación de la institución, Amadeo Sosa, manifestó optimismo respecto a esta etapa, en la que hay más de 2.100 preinscriptos hasta el momento. La propuesta enfatiza el desarrollo de un modelo híbrido, con siete carreras semipresenciales que han extendido su alcance geográfico y académico.
En diálogo con Comunicación Presidencial, Sosa explicó que la UTEC ofrece siete carreras semipresenciales, lo que permite una mayor cobertura geográfica y académica, a fin de brindar acceso a estudiantes de más de 250 localidades.
En cuanto a la vinculación con universidades de otros países, precisó que la institución cuenta con una marcada movilidad internacional, materializada mediante convenios que involucran a docentes y estudiantes.
En ese sentido, explicó que uno de los objetivos es formar un “ciudadano global”, por lo que todas las carreras incluyen aprendizaje de inglés. Además, docentes de otras universidades llegan del extranjero para brindar cursos, hecho que sucede, en su mayoría, en los estudios de posgrado.
Asimismo, el jerarca señaló que la cantidad de egresados aumenta cada año, con un total de 750 profesionales formados en 2022, de los que más de un 90% se desempeña en el mercado laboral en posiciones vinculadas a sus estudios.
En otro orden, sostuvo que las carreras vinculadas a las tecnologías de la información y a los procesos de automatización son las más demandadas, así como las relacionadas a la ingeniería: mecatrónica, agua, desarrollo sostenible y agroambiental.
No obstante, la UTEC estudia la inclusión de nuevas carreras en nivel de especialización, orientadas a la formación docente, la ciberseguridad y la analítica de datos, que podrán incorporarse en el segundo semestre de este año.
En términos de formación docente, Sosa indicó que se realizarán jornadas de perfeccionamiento previas al comienzo de clases, así como instancias posteriores al inicio, estimuladas por la irrupción de un modelo educativo híbrido, que implica cambios en diferentes aspectos del proceso, como la evaluación.