El Ministerio de Desarrollo Social gestiona un conjunto de acciones en favor de la equidad racial, iniciativa que pasa a ser quinquenal e incluirá siete planes departamentales para ser más abarcativo. Con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, se realizará una consultoría para definir las temáticas que plantee la población afrodescendiente como prioritarias. El ministro Alejandro Sciarra abogó por una convivencia pacífica y respetuosa.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Afrodescendientes, el Área de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) presentó el Plan Nacional de Equidad Racial y Afrodescendencia 2025, que será implementado por esa secretaría de Estado con el financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y el apoyo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI).
Además, se lanzó el Observatorio para el Seguimiento de la Implementación de Acciones Afirmativas para Personas Afro, uno de los compromisos asumidos en el quinto Plan de Acción Nacional de Gobierno Abierto del Uruguay, desarrollado por el Mides y la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic).
Junto al ministro de Desarrollo Social, Alejandro Sciarra, asistieron: el embajador de España, Santiago Jiménez; el coordinador general de la Cooperación Española en el Cono Sur, José Luis Pimentel; la gerenta de Cooperación de AUCI, Claudia Romano, y la gerenta de Promoción Sociocultural del Mides, Rosa Méndez.
Este nuevo plan se caracteriza por ser quinquenal. Hasta ahora se presentaba cada dos años, pero las instituciones responsables detectaron que no eran suficientes para evaluar las políticas desplegadas. Es un proyecto que, además, queda abierto a las investigaciones y las consultorías que se concretarán con el financiamiento de Aecid por un monto de 200.000 euros. Otro diferencial es que comprende planes en los siete departamentos con más representatividad de población afro, para atender la demanda en más territorio.
Sciarra agradeció el apoyo significativo del Gobierno español para una población que, en materia de desigualdad, atraviesa aún ciertas barreras y se encuentra en desventaja social en el acceso a derechos fundamentales de manera estructural. Dijo que, si bien el Mides asume la responsabilidad de la rectoría en materia de afrodescendencia, es necesario que el Estado, junto a toda la sociedad, incorpore esta perspectiva en el diseño y ejecución de políticas.
El jerarca aseguró que la educación y la descentralización de la política pública con este enfoque fueron prioritarias en el concepto de «no dejar a nadie atrás». “Sabemos que aún falta, pero también sabemos que hemos avanzado, por eso presentamos un proyecto a cinco años”, agregó.
En este contexto, el ministro abogó porque las familias, desde el seno del hogar, colaboren hablando con sus hijos para evitar acciones racistas. “A veces lo vemos lejano e inverosímil, nos cuesta creer que exista este tipo de conductas entre personas que comparten un aula, un equipo de trabajo”, dijo. “Adentro de nuestras casas se juega un partido más que importante”, para aprender a convivir en paz y con respeto», resaltó.
Reducir brechas
Este plan recopila normas internacionales en materia de derechos humanos y, a la vez, convoca a la participación de afrodescendientes, para conocer cuáles son las situaciones que atraviesan a nivel personal, explicó Méndez. “Es importante saber cuál es la situación de esta población. Si bien, se avanzó en algunos aspectos, aún queda un rezago en temas de educación, trabajo, vivienda y salud”, agregó. La no culminación del bachillerato en muchos casos deriva en empleos mal calificados y remunerados, y en un ingreso precoz al mercado laboral, indicó.
“Necesitamos más información para generar más indicadores, sobre todo en investigación”, dijo Sciarra. Destacó la importancia de las consultorías, que recorrerán todo el territorio nacional para recibir las opiniones de las personas afro.
Cooperación
“Intentar superar inequidades y asimetrías que existen hoy en Uruguay es un desafío que entendemos importante para seguir trabajando. La Agencia de Cooperación Española ha sido un socio estratégico de la cooperación internacional, de apoyo a las políticas públicas. En el inicio y en todo este ámbito venimos trabajando en el fortalecimiento de las capacidades”, dijo Romano.
La jerarca de AUCI señaló que este proyecto específico permite trabajar sobre la continuidad que se había identificado en años anteriores, pero con una mirada estratégica de política pública, que no se inicia ni termina con un período de gobierno y requiere de una activa participación de la sociedad civil. En ese sentido, insistió en apelar al trabajo coordinado que incida en las condiciones de vida de la gente.
Jiménez, en tanto, dijo que para España esta es una apuesta estratégica, teniendo en cuenta que aquí tiene un hub importante, con un centro de formación, y es desde donde lleva la cooperación en todo el Cono Sur. “España apuesta desde temprano por Uruguay, por la relación estratégica que tienen y por avanzar en la definición de políticas públicas”, sostuvo.
Lo definió como “un país graduado”, pero indicó que las métricas tradicionales en cooperación internacional no siempre responden a las necesidades y desafíos del mundo actual. “Cuando uno supera un determinado umbral, los problemas no desaparecen mágicamente. Lo denominamos ´desarrollo en transición´”, explicó. “Hoy renovamos y confirmamos el compromiso de la defensa de los derechos de la población afrodescendiente en América Latina y el Caribe”, concluyó.