Mendoza hizo uso de la palabra y expresó que para el INR el día de hoy (ayer) representa un mojón importante en el desarrollo de la gestión de la privación de libertad. “No es menor para nosotros, proceder a inaugurar un espacio diseñado y creado desde el cuidado de la perspectiva de género y derechos humanos, con especial énfasis en la atención a niños y niñas que residen con sus madres en la Unidad Penitenciaria. El espacio que se instala hoy, comenzó con la proyección de una ampliación de la actual Casona que aloja a mujeres y mujeres con hijos. Esa vieja construcción que originalmente funcionaba como alojamiento para los funcionarios que revestían tareas en la unidad penitenciaria y que frente al crecimiento de la población femenina se entendió como necesidad proceder a la realización de cambios de horarios en el personal y de ésta manera utilizar el espacio como alojamiento de la población privada de libertad. A la asunción del INR, el alojamiento femenino, se encontraba en un apartado dentro del alojamiento masculino siendo en sus orígenes 12 mujeres privadas de libertad quienes fueron trasladas a la Casona que contaría en ese entonces, con una capacidad locativa de 25 mujeres” señaló.
AUMENTO DE POBLACIÓN FEMENINA AÑOS ATRÁS
Recordó Mendoza, que el 1 de marzo del año 2020, la población femenina ascendía a 32 mujeres y 6 niños llegando al año 2023 a su máximo número que fue 87 mujeres y 19 niños. El diseño de estos nuevos espacios que en principio habían sido pensados como ampliación del existente, posteriormente se planificó y diseñó por parte de la Sub Dirección Nacional Administrativa la necesidad de construir un nuevo edificio con capacidad para 60 mujeres y 20 niños como primera etapa y poder reacondicionar el anterior alojamiento generando verdaderas condiciones para la rehabilitación de mujeres privadas de libertad. “Este espacio albergará a madres con hijos, primarias y mujeres en progresividad. Además de contar con un salón de usos múltiples para el desarrollo de actividades Este nuevo espacio, fue proyectado, ejecutado y construido de forma mancomunada con todo el INR, desde el diseño realizado por la división de arquitectura del INR, pasando por los insumos necesarios para la construcción del espacio, con ladrillos y blocks provistos por las Unidad 12 (Rivera) el mobiliario en madera, realizado por la Unidad Nº 16 Paysandú y aberturas fabricadas en el polo industrial de la Unidad 4 (ex COMCAR), siendo materiales elaborados por mano de obra privada de libertad destinadas a las mejoras y el fortalecimiento de sus propios entornos” agregó. La construcción de este espacio fue realizado por 40 privados de libertad del establecimiento, dando por cerrado un circuito de producción íntegramente formado por privados de libertad, que deja como resultado un espacio de desarrollo y fortalecimiento educativo y laboral que posibilite a las personas un adecuado relacionamiento e inserción con su comunidad una vez en libertad.
DIARIO CAMBIO