“Como gobernamos bien, respetamos los dineros de la gente y no los tiramos en proyectos faraónicos que nunca se hicieron, tuvimos plata para hacer esta obra”, afirmó el presidente Luis Lacalle Pou al inaugurar el puente sobre el arroyo Solís Grande, en Montes. Insistió en que gobernará hasta el último día con el mismo compromiso, lo que implicará avanzar en proyectos que, consideró, son buenos para el país.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, encabezó la inauguración de un puente en la ruta n.° 81, sobre el arroyo Solís Grande, en la localidad de Montes, en el límite entre los departamentos de Canelones y Lavalleja. Al acto, realizado este miércoles 11, asistieron también el titular y el subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), José Luis Falero y Juan José Olaizola, respectivamente; el intendente de Lavalleja, Mario García; el secretario general de la Intendencia de Canelones, Francisco Legnani, y los alcaldes de la zona, así como representantes de las empresas que participaron de la obra.
Lacalle Pou recordó, en su oratoria, que le quedan unos 80 días de gobierno y ratificó el compromiso de trabajar de idéntica forma hasta el 1.° de marzo de 2025, “con las mismas ganas y el mismo ímpetu que el primer día”.
Consideró que el gobernante debe hacer lo que le manda la Constitución y un poco más, “como todos en la vida”. “Si uno hace lo que tiene que hacer, cumple. Pero una sociedad pega el salto cuando todos nos comprometemos a hacer un poco más de lo que debemos, y este es un ejemplo”, dijo, en alusión a que el Gobierno nacional decidió realizar la referida obra en una circunscripción departamental. “Como gobernamos bien, respetamos los dineros de la gente y no los tiramos en proyectos faraónicos que nunca se hicieron, tuvimos plata para hacerlo”, manifestó.
En ese sentido, se refirió al trabajo al que se comprometió el Ejecutivo de una nueva fuente de agua potable y recordó que el proyecto Arazatí comenzó en 1997. “La sequía casi nos deja sin nada y no había proyecto empezado. La decisión fue hacer una fuente alternativa”, señaló.
Asimismo, explicó que se empezó un plan que implicó desarrollo técnico, una licitación y un estudio de impacto ambiental, pero se preguntó si el Gobierno debía frenarlo, con el riesgo de que ocurriera una sequía y luego se buscara un responsable.
Recordó que esta administración continúa hasta el 1.° de marzo de 2025, pero optó por dialogar al respecto con la próxima. Dijo que, si bien se trata de un proyecto que ya se decidió realizar, “porque es bueno para el país”, está dispuesto a hablar las veces que sea necesario en procura de un punto intermedio en que todos queden satisfechos, ya que la idea no es dejar un problema, sino una solución.
En este contexto, reafirmó su concepto sobre el compromiso con la gestión y remarcó que, “cuando uno elige la vocación política, su vida ya no es más suya, es compartida” y que son los desvelos, las tristezas, las alegrías y las esperanzas de la gente lo que lo impulsa hasta el último día.
Falero, en tanto, coincidió con el mandatario en la importancia de concretar los proyectos y en el compromiso del Gobierno nacional con obras como el mencionado puente en la ruta n.° 81, que implica superar las competencias del ministerio. Recordó que estos trabajos fueron concebidos como rutas primarias, porque las secundarias “se arreglan hoy y se rompen mañana”.
Además, informó que firmará una resolución para que este tramo sea nuevamente jurisdicción del MTOP, porque, opinó, aporta al desarrollo del país. “Estamos conectando la ruta 8, con la 7, la 6, la 5 y la 11 de Santa Lucía, no puede no ser del ministerio”, manifestó. En ese sentido, consideró que ese nexo es relevante para Montes y que la población lo vivirá como un antes y un después. “El interior también existe y los lugares olvidados empezaron a sacar la cabeza”, aseveró.
La obra
El puente ubicado sobre la ruta n.° 81 es una estructura moderna de 40 metros de longitud, diseñada para ser sumergible y solucionar problemas críticos de la edificación anterior, como el hundimiento de sus apoyos, fisuras estructurales y deterioros. Además, está adaptada al tren de carga, a diferencia de la anterior, que solo permitía el tránsito de vehículos livianos, lo que limitaba su funcionalidad. El ancho para la circulación es de 9,20 metros entre cordones y viguetas pretensadas de hormigón, lo que garantiza mayor capacidad y durabilidad.
El proyecto también incluyó 250 metros de carretera en cada extremo del puente. Esta obra complementaria incorpora subbases granulares, bases recicladas con cemento pórtland y un pavimento asfáltico de 5 centímetros de espesor, además de señalización horizontal y vertical actualizada. Fue realizada por el consorcio Molinsur–Grinor e implicó nueve meses de trabajos y una inversión de 1.360.000 dólares.