La Intendencia de Paysandú determinó, ante la emergencia climática de la noche y madrugada pasadas, proceder a la reparación inmediata de las viviendas que resultaron con roturas menores en Pandule y Puntas de Arroyo Negro. En tanto, arquitectos recorrieron la zona para determinar cómo proceder con aquellas viviendas con graves daños. La turbonada de la noche del viernes alcanzó rachas de 120 kilómetros en la hora, intensa tormenta eléctrica y granizo de hasta 8 centímetros de diámetro en varios departamentos del norte del país, con especial impacto en Paysandú, Río Negro y Salto.
Como lo informara EL TELEGRAFO, el fuerte viento provocó además la caída de árboles y columnas del tendido de energía eléctrica, lo que generó cortes en el tránsito sobre ruta 3 y ruta 90 (rápidamente liberadas durante la madrugada) y la interrupción del suministro de energía eléctrica. En las primeras horas de la mañana, representantes de la Intendencia y el Cecoed, encabezados por la intendente Nancy Núñez y el secretario general Andrés Klein, recorrieron las zonas afectadas “especialmente Pandule y Puntas de Arroyo Negro, que corresponden al municipio de Piedras Coloradas”.
En la zona fueron afectadas con voladuras de techos más de 10 casas, permaneciendo durante algunas horas sin energía eléctrica. “También en la misma zona fueron afectadas unas 15 viviendas de Mevir, el salón comunal y la escuela 82 de Pandule”. “Fueron enviados algunos implementos que necesitábamos, de limpieza y colchones desde el Cecoed (Centro Coordinador de Emergencias Departamental) de Paysandú. También advertimos a las autoridades de Mevir para que se tomen medidas con respecto al plan en Arroyo Negro y también con el inspector departamental de Primaria por la situación de la escuela 82”, explicó la intendente de Paysandú. Asimismo, en la ciudad de Paysandú las autoridades permanecieron en alerta ante una eventual crecida del arroyo Sacra, “que no está en las condiciones de limpieza que tendría que estar y por lo tanto podríamos tener algunos inconvenientes con las casas que están más cercanas al arroyo”.
EL TELÉGRAFO