Nacional se consagró campeón del Torneo Intermedio luego de vencer a Peñarol 8-7 por penales en la final en el Estadio Centenario, en una histórica tanda en la que patearon todos los jugadores.
El comienzo del partido reflejaba un trámite muy disputado en la mitad de la cancha y ningún equipo lograba imponer condiciones, sino que se dedicaban a preocuparse por cuidar el arco propio, sin arriesgar demasiado.
El comienzo del partido reflejaba un trámite muy disputado en la mitad de la cancha y ningún equipo lograba imponer condiciones, sino que se dedicaban a preocuparse por cuidar el arco propio, sin arriesgar demasiado. El Aurinegro volcaba su juego al sector derecho del ataque, donde Gabriel Báez cerraba bien el lateral, mientras que el Bolso buscaba constantemente a Federico Santander con envíos verticales.
Tanto albos como manyas se mostraban imprecisos en el último tercio de la cancha. Los tricolores insistían con balones largos a su centrodelantero Santander, que estaba muy solo luchando contra los zagueros carboneros y perdía varios duelos individuales con el brasileño Leonardo Coelho.
Recién a los 15’ se dio la primera llegada del encuentro, cuando Leonardo Coelho colocó un pase largo para Javier Cabrera, quien picó a espaldas de Báez y mandó un centro desde la derecha hacia la medialuna para Lucas Hernández, que sacó un zurdazo que se perdió apenas afuera.
Con el paso de los minutos, el elenco aurinegro se adueñaba de la pelota. Los de Diego Aguirre seguían insistiendo por derecha, donde Javier Cabrera, Pedro Milans y el propio Maximiliano Silvera (saliendo del área) generaban trabajo en la zona izquierda de la defensa tricolor, que flaqueaba colectivamente, dejando algunos huecos.
En el minuto 20, Cabrera volvió a recibir a espaldas de Báez, encaró a Polenta (quien dejó el hueco en el fondo) y buscó con un pase al borde del área a Leonardo Fernández, que probó suerte con un tiro potente que terminó yéndose bastante ancho.
A partir de la media hora de encuentro, Nacional comenzó a crecer en el partido y encontrar los caminos para superar tres cuartos de cancha, algo que le había costado bastante durante los primeros minutos. Sin embargo, al conjunto bolsilludo le faltaba el último toque que provocara algún tiro claro sobre el arco de Washington Aguerre.
Sobre los 32’, una rápida transición rápida de Peñarol derivó la pelota en Leonardo Fernández, quien encaró por el carril central y fue derribado por Juan Izquierdo, que salió del área y llegó tarde a cortar el ataque. El propio volente ofensivo fue el encargado de rematar el tiro libre y colgó la pelota en el ángulo del arco de Luis Mejía, que acompañó el movimiento de la pelota con su mirada.
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