La promesa del Intendente Andrés Lima de reparar las calles en 100 días fue la mentira más grande que se pudo escuchar en campaña electoral. Quienes están en política tienen que ser responsables de sus promesas y acciones. Y no mentir con el único objetivo de ganar. Podríamos enumerar varias promesas o mejor dicho, mentiras del Intendente Lima realizadas en campaña electora pero hoy no viene al caso.
Los vecinos del interior del departamento están preocupados por el mal estado de los caminos, la falta de políticas de gobierno y actividades. En resumen, totalmente olvidados.
Los problemas de los vecinos no se solucionan con un folleto político. Es lo único que destacan, las giras políticas, buscando votos faltando tanto para las elecciones. Pero solucionen no hay. El desempleo también golpea fuerte a los pueblos del interior, hoy muchos jóvenes se van en busca de un futuro mejor.
Vemos al gobierno del Intendente Andrés Lima más preocupado por no perder la elección que por gobernar. Si bien es cierto que la reelección se complicó, hay que gobernar y ocuparse de los problemas de los salteños. Dejar al Frente Amplio que se ocupe de los temas políticos y quienes están en la Intendencia deberían trabajar en la gestión. Ni una cosa ni la otra. Sin rumbo e improvisando permanentemente.
También es verdad que la falta de capacidad del equipo de gobierno influye bastante. Lima se presentó en la campaña electoral con un equipo que ya no está. Renunciaron todos por discrepancias con el Jefe Comunal. Un equipo B hoy es quien está a cargo de la gestión y es por eso que vemos los problemas de gobierno. Lo dijo la propia diputada Catalina Correa y la lista 888, hay directores que les falta capacidad.
Mientras Lima piensa como ganar nuevamente la elección, el A, B, C de la Intendencia : calles, alumbrado público y limpieza, siguen sin solución. No hay una gran obra que caracterice la gestión, los grandes proyectos en ejecución como lo son, mejoramiento de Ceibal, PIAI barrio Artigas, obras Calafí, etc son proyectos de la administración de Germán Coutinho. Estamos ante una muy pobre gestión de gobierno que rumbo a los tres años no vemos avances. Los barrios de la ciudad olvidados, y el interior también. Hoy tenemos barrios que ni siquiera una máquina se pasó para arreglar las calles. Rumbo a los tres años hay zonas que no se realizó ninguna intervención. La excusa es la misma de siempre: la herencia maldita. Ya no va el discurso que la culpa de todo es del gobierno anterior. Tres años ya son suficientes para mostrar que estamos ante un gobierno sin rumbo, que improvisa y que deja la impresión que ni siquiera tiene un plan de gobierno. A los tumbos.