Mientras el Intendente Andrés Lima gasta millones de pesos en folletos, publicidad, viáticos para amigos y encuestas, la mayoría de los barrios de la ciudad no cuentan con bitumen y las calles de tierra con unos días de sol se convirtieron en una verdadera nube de polvo.
Entre los pozos de las calles intransitables y la nube de polvo que afecta a varias zonas de la ciudad, los problemas respiratorios ya se hacen sentir. Los abuelos y niños los más perjudicados y las viviendas que tienen que estar todo el día de puertas cerradas para que el polvo no ingrese al interior de las mismas.
Los vecinos señalaron a TDN que es imposible lavar ropa ya que el mínimo vehículo que pase levanta una nube de polvo y hay que volver a la lavar la ropa. Ni que hablar de sentarse a tomar unos mates afuera debido a esta situación.
Hay varias zonas de la ciudad que plantearon la bituminización o al menos el camión regador para evitar que el polvo se levante. O como se hacía en el gobierno anterior que se aplicaba el producto en las calles que evitaba que se levante el polvo. En este caso ni una cosa, ni la otra.
Mientras el Intendente sigue repartiendo folletos, el polvo y los pozos invaden las calles de la ciudad.
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