Por primera vez desde 1980, las rapiñas rompieron su tendencia alcista al caer 3,7% en 2016 con respecto a 2015, al tiempo que los homicidios se redujeron 9,6%, de un año al otro. Ya lo había anunciado el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, durante la celebración del 187 aniversario de la Policía Nacional el pasado 19 de diciembre, y las cifras oficiales con el año cerrado terminaron por confirmarlo. Y aunque los hurtos continuaron creciendo en 2016, a una tasa de 4,6% (de 109.139 a 114.129) eso no sirvió para opacar el optimismo con el que el gobierno evalúa estos datos que fueron sistematizados durante la primer semana de enero «con el fin de habilitar con cierta rapidez una apreciación general de tendencias de algunos delitos importantes», señala el ministerio en un comunicado.
Sin embargo, pese a la necesidad del Ministerio del Interior de mostrar buenos resultados, si se miran los números históricos, los homicidios y las rapiñas cometidas están muy por encima de cuando Bonomi asumió al frente de la cartera: en 2016 se registraron 60 homicidios más de los que se habían consumado en 2010, y 5.000 rapiñas más de las denunciadas en su primer año de gestión.
En 2010, el primer año que tuvo a Bonomi al frente de la seguridad, se habían registrado 205 homicidios mientras que en 2016 se consumaron 265. A su vez, aquel año hubo 13.829 rapiñas y el año pasado la cifra fue de 18.777.
En tanto, la caída de las rapiñas en Montevideo y Canelones demuestra el impacto de este programa, según Unicom, ya que mientras que en los dos departamentos se redujo -mínimamente- la cantidad de estos delitos, 4,7% y 4,3% respectivamente, en el el resto del país registró un incremento de 12,5%.
Y aunque el informe destaca que esta suba de las rapiñas en el interior es «significativamente baja» se se tiene en cuentra que allí se cometen el 4% de los delitos, contra el 96% de la zona metropolitana, el informe evidencia cierto corrimiento del delito hacia el resto del país.
Maldonado fue el departamento donde más crecieron las rapiñas: se pasó de 251 a 393 entre 2015 y 2016 (un 56% más), mientras que en San José pasaron de 214 a 247 (15% de aumento), en Salto de 73 a 92 (26%), en Cerro Largo de 34 a 51 (50%) y en Paysandú de 79 a 92 (16%).
En cuánto a los hurtos, registraron un aumento en 13 departamentos. Los incrementos más importantes se registraron en Salto (35%), Durazno (19%), Rivera (17,6%), Maldonado (14%), Treinta y Tres (10,7%) y Lavalleja (8,0%). El incremento fue menor en los siguientes departamentos: San José (4,5%), Montevideo (4%), Soriano (2,6%), Colonia (2,5%) Flores (2,2%), Artigas (1,6%) y Canelones (1,2%).
En cambio, Cerro Largo y Rocha registraron una caída en el número de hurtos de 10,8% y 8,9%, respectivamente. También tuvieron menos hurtos los departamentos de Florida (-5,5%),Tacuarembó (-5,3%), Rio Negro (-2,5%), y Paysandú (-1,5%).
La reducción de los homicidios en 2016 fue más fuerte en aquellas seccionales que registraban mayor cantidad de estos delitos en el año anterior. Así, mientras que en 2015 la zona de jurisdicción de la Seccional 24 tenía 32 homicidios, en 2016 fueron 22. En tanto la Seccional 17 pasó de 31 homicidios a 23 en el mismo período y la Seccional 20, de 23 a 12.
El mismo fenómeno se repitió entre las seccionales con mayor cantidad de denuncias de rapiña. Así la número 17 que en 2015 registró casi 1.800 denuncias de rapiña, marcó alrededor de 1.400 un año después. La Seccional 24, en tanto, que superaba las 1.800 denuncias en 2015, bajó a poco más de 1.600 en 2016.
Las denuncias se han convertido en un insumo para la policía, que a través de un software -adquirido en 2014- puede predecir la acción criminal en un área específica. De esta manera, los oficiales que forman parte del PADO pueden incrementar los controles en esa área al momento en que el sistema cree que que ocurrirá un delito.