En la noche de este miércoles el gobierno anunció que los alumnos de 973 escuelas rurales -con excepción de las departamento de Canelones- podrán retomar las clases de forma voluntaria a partir del miércoles 22 de abril.
Para conocer los detalles de esta resolución y los próximos pasos a seguir por las autoridades, en el programa En Perspectiva de la emisora Radiomundo y con la conducción de Emiliano Cotelo, fue entrevistado el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira.
Da Silveira explicó que se eligió a las escuelas rurales para comenzar el proceso de vuelta a clases por razones de «justicia social». «Estas escuelas son las que hoy están un poquito más dejadas a las manos de Dios», dijo el jerarca sobre los problemas de conectividad que tienen estos centros en tiempos en que miles de alumnos y docentes trabajan a través del Plan Ceibal.
Además, el ministro dijo que «las escuelas rurales son las que en menor medida reciben asistencia alimentaria y son las más seguras desde el punto de vista sanitario, porque están más aisladas y son más pequeñas». En Uruguay hay unas 1.100 escuelas rurales, «pero representan una porción chica del alumnado», con un promedio de 10 alumnos por centro, según indicó Da Silveira, por lo que «el problema de las aglomeraciones no existe».
Consultado sobre por qué las escuelas rurales de Canelones quedaron por fuera, el entrevistado explicó que «es el departamento que tiene más casos de contagio fuera de Montevideo y además hay algunas escuelas rurales grandes».
El jerarca dijo que se planteó esta medida para dentro de dos semanas por «dos razones», en primer lugar por que «permite ver como evolucionan las cosas». «Somos optimistas, pero si en el correr de estas dos semanas aparecen datos que indican que no es prudente este reinicio de actividades, daremos marcha atrás si eso es lo mejor para los uruguayos», aseguró. En segundo lugar, dijo que «el sistema educativo tiene que prepararse»: «Hay que abrir las escuelas, limpiarlas, en algunos casos fumigarlas, y queremos que haya un protocolo de medidas de prevención antes de arrancar. Ya se lo pedimos a los servicios médicos de ANEP y luego será chequeado por las autoridades sanitarias nacionales».
Consultado sobre si es obligatorio para los docentes asistir a las clases, Da Silveira dijo que «si se les pide a los maestros que estén a la orden para esto no es para mandarlos al sacrificio» y aseguró que es «perfectamente posible hacerlo en las condiciones de máxima seguridad».
Los próximos pasos
Da Silveira dijo que para el «operativo retorno a clases» se definieron tres principios: «va a ser gradual, va a ser geográficamente diferenciado y mientras haya vigente una declaración de emergencia sanitaria, va a ser sobre base voluntaria», es decir, no habrá obligación de asistir a los centros.
El jerarca expresó que se está trabajando «en diferentes planes de contingencia para la vuelta del resto de la educación», pero que se comunicará con «suficiente antelación» cuando «estén las decisiones firmes». Sin embargo, dijo que «es muy probable que una vez que se reanuden las clases, haya que seguir casi hasta final del año y es probable que haya que hacer cosas durante el verano».
«Trabajamos en una estrategia de acciones compensatorias para que las carencias que se hayan acumulado en meses de crisis, puedan ser compensadas con clases en un calendario por fuera de lo habitual, para poder empezar en las mejores condiciones posibles el 2021», dijo Da Silveira.
Por último, el ministro de educación aseguró que en la situación actual «hay que tratar de reducir todo lo que se pueda la pérdida de aprendizaje», y que cuando se reanude la actividad presencial se realizará una «buena evaluación» para ver donde se está parado, y sobre esa base tomar las «medidas compensatorias». Especialmente se centrarán en «los más vulnerables en términos culturales y sociales» que son los que «tienden a hacer un menor uso de los recursos de la educación a distancia».
Montevideo Portal